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Elba Montalvo, la cubana que cantó y grabó con Nat King Cole

¿Qué quieren que les diga?  El título no es el que más me gusta, pero sin dudas, es el que marcan las leyes tiránicas e inquietantes de las redes sociales.  Y además, es la verdad. Sin embargo,  me resisto a que, a pesar de lo importante de este aserto, sea lo único que quede en la retina del lector acerca de una mujer afrocubana que recorrió un camino tan destacado y  atractivo en la música cubana y su proyección por el mundo.

En efecto, en 1958 Elba Montalvo integraba el cuarteto vocal Los Rivero, que hacía parte del show que tuvo como figura estelar al gran crooner y jazzista Nat King Cole en sus presentaciones en Tropicana y, al igual que los músicos de la orquesta de planta del cabaret, dirigida por Armando Romeu Jr., serán convocados para las legendarias grabaciones que el King hiciera en La Habana para el sello que lo tenía firmado en exclusiva: el norteamericano Capitol Records.  Panart, la primera y más importante marca disquera netamente cubana, representaba en Cuba los intereses de Capitol y dispuso su flamante estudio en el número 410 de la calle San Miguel, entre las calles Campanario y Lealtad (actual estudio Areíto de EGREM) para las legendarias y únicas grabaciones de Cole en Cuba. En el bolero Acércate más, de Osvaldo Farrés, la voz femenina es la de Elba Montalvo y las backing vocals (coros), el cuarteto Los Rivero al completo. La grabación sale publicada en un sencillo con referencia Capitol 45-CL 14898, en la versión en inglés con título Come closer to me. Estas sesiones quedarían fijadas también en el LP Cole español, y aunque ni Elba ni Los Rivero aparecen en los créditos de los discos, sí figuran en la información de las grabaciones que consta en los archivos históricos de Capitol, según el web site A Pile of Cole.

Single de Come «Closer To Me» (Acércate más). Pincha sobre el disco para escuchar a Elba Montalvo y el Cuarteto de Facundo Rivero, cantando con Nat King Cole

Registro de la sesión de grabación de Nat King Cole con la orquesta de Tropicana, dirigida por Armando Romeu Jr. donde participaron Elba Montalvo y el Cuarteto de Facundo Rivero. Tomado del registro de grabaciones y discografía de Nat King Cole.

Pero ya les digo: la hermosa y elegante Elba Montalvo retiene muchos más méritos para ser una de las figuras importantes de nuestra música. Ella es una sobreviviente en muchos aspectos, pero sobre todo lo es como uno de los nombres iniciadores del movimiento de los cuartetos vocales en Cuba.  Su prolongada presencia, casi fundacional, en dos de los cuartetos vocales armónicos más relevantes –el Conjunto Vocal (también cuarteto) de Facundo Rivero y el cuarteto Los Rivero-  le acredita este mérito.

 

En los años cuarenta llegaban a Cuba los ecos de las formaciones vocales afroamericanas que triunfaban en la radio y los escenarios, a donde extendían una práctica legendaria en iglesias, barberías y reuniones familiares de sus barrios y comunidades: cantar con voces armonizadas. Si bien es cierto que éstas eran en su mayoría masculinas, a finales de esa década y durante la siguiente, surgen en Cuba conjuntos vocales mixtos, creados por la inteligencia, la información oportuna y el buen hacer de músicos como Isolina Carrillo, Facundo Rivero, Bobby Collazo y Aida Diestro, entre otros, rendidos todos a la influencia del jazz, pero con los pies muy bien puestos sobre la tierra fértil de la música cubana, uno de sus sellos distintivos. El boom de los cuartetos vocales tuvo un auge especial en la segunda mitad de los 50 y en la década de los 60 y de ellos, Elba Montalvo es uno de los exponentes indispensables y más valorados.

Costó trabajo y tiempo para que, al fin, pudiera conocerla en persona, y abrazarla. La culpable no fue solo la pandemia y el confinamiento: es que, según lo verbaliza, para Elba el pasado -que incluye también su verdadero nombre: Carmen Candelaria Calvo Montalvo- ya no importa tanto: en su filosofía hay que vivir y concentrarse en el presente, de modo que no podía entender cómo su vida artística en años ya trascendidos podía aún interesar a alguien. A sus 94 años exhibe una belleza y elegancia que anuncia lo mucho de lo que fue en sus tiempos de juventud y madurez; un carisma inusual y diría que hasta una capacidad de liderazgo que la hace centro de cualquier reunión, encuentro y hasta de un grupo. Al presente se lo devora cada día, bocado a bocado, con esa energía increíble y una alegría casi proverbial, exprimiendo cada minuto en el intento de ser feliz y hacer felices a otros. Sin familia propia, Elba tiene una enorme legión de gente que la quiere, entre sus vecinos y amigos, donde Lola del Rosario destaca entre las que más le quieren, quien se reconoce como una suerte de hija tardía que la vida madrileña regaló a la carismática cubana. Elba afirma que lo único que tiene para darles –y les da- es todo su amor y empatía.

Con hablar rápido y la voz aún cristalina, asegura que poco queda ya de fotos en las gavetas y cajones de su apartamento.  Se fue deshaciendo de todo, instigada por esa manera suya de ver la vida. Elba, lo notas enseguida, es un mito viviente de belleza y cubanía para muchos que la conocieron en su época de mayor esplendor en los escenarios.

Como el gran Mario Bauzá en Nueva York, Elba Montalvo tiene también su “Catedral”, a donde va cada día a desayunar y a tomarle el pulso a su barrio madrileño donde puede ser la envidia de cualquier alcaldesa de ciudad o pueblo, que lo tendrían muy difícil si quisieran emularle en popularidad.  La “Catedral” de Elba es el bar-restaurant “Rafa”. Su dueño y empleados la tienen como parte de la familia, para ella lo son:  conocen quién es, qué prefiere desayunar, cuáles son sus platos preferidos y a qué hora le gusta comer en la mesa fija que siempre ocupa.  La miman, pienso porque ya saben que les será muy difícil prescindir de su alegría tierna, pero explosiva, y de su risa inteligente y sonora.  Allí quiso Elba que nos encontráramos por primera vez, en un viaje a sus memorias al que sumó además a la cantante Juanita Rivero (Juana Mazorra), la otra figura femenina de Los Rivero en su última etapa, a partir de 1958.

Los inicios

“Nací el 2 de febrero, el Día de la Candelaria.  La idea de cantar en realidad no fue mía. Estaba estudiado enfermería, porque entonces, lo que quería era ser enfermera. Cantar nunca estuvo en mis planes, pero llegué a cantar gracias a Ela Calvo, a la que siempre tuve como una hermana. Ela cantaba muy lindo y quería ser artista.  Nos presentamos como el dúo Hermanas Montalvo (aunque no lo éramos) en el programa “Voces Nuevas”, parecido a La Corte Suprema del Arte, y ganamos.  Ahí empezaron a surgir oportunidades, y realmente me movió el hecho de poder ayudar a mi madre, que trabajaba muy duro cada día: lo que iba a ganar yo en un mes como enfermera, lo podía ganar en una día cantando” –me cuenta Elba.  La prensa de la época se fija muy tenprano en ella y la ubica en 1946 haciendo sus primeros intentos artísticos en la emisora Circuito Radial Cubano (CMBF) acompañada del pianista Charles Abreu.[1]

Elba Montalvo en los años 60. Foto cortesía Elba Montalvo.

Muy pronto se toparía con alguien que sería decisivo en sus comienzos: a inicios de los años 40, Facundo Rivero (Santa Clara, 19 de junio de 1912 – Nueva York, 13 de septiembre de 2002)[2] había llevado su entusiasmo musical a los predios de la radioemisora habanera RHC Cadena Azul, donde hizo parte del Conjunto Vocal Siboney, liderado por Isolina Carrillo y como integrantes Marcelino Guerra, “Rapindey”, Joseíto Núñez y Alfredito León. Venía de su ciudad natal, donde después del saxofón -pasión frustrada por una dolencia de la garganta-, asumió para siempre el piano. Allí, con nueve años, tocó en el escenario del teatro La Caridad.  Casi adolescente llegó a La Habana y pasó por la orquesta danzonera de Belisario López.  Polifacético, la obra autoral de Facundo Rivero empieza a ser destacada, exhibe piezas como Lacho, una de las nanas clásicas del repertorio cubano.  emulando a Isolina Carrillo, pronto Facundo quiso hacer su propio grupo.  En 1949, la revista Bohemia contó cómo logró atraer la atención de los altos ejecutivos de CMQ:  “Bastó que Omar Vaillant y Adrian Cúneo escuchasen dos grabaciones  del Cuarteto Vocal de Facundo Rivero, “Salvaje” y “El cumbanchero”, para que comprendieran que el conjunto tenía calidad suficiente para ser presentado en la audición estelar de CMQ “Fiesta con Bacardí”. Luego el público, con sus aplausos, confirmó la apreciación del administrador y del productor [de ese espacio]… y reproduce una foto donde aparecen todos, junto a Luis Carbonell –conocido como El Acuarelista de la Poesía Antillana-, que intervenía también en el popular programa.[3]

Elba precisa: “El primer grupo que monta Facundo Rivero entre 1946-1947 –que se llamó Conjunto Vocal de Facundo Rivero– estaba integrado por  Nelia Núñez, la que después formaría el dúo Nelia y Reneé; Mercedes Romay –una de las integrantes del dúo Hermanas Romay– y Cecilia González. Después deja de ser un grupo femenino, porque entran  Abelardo de Rivero “Ébano” y con Jesús Leyte, y ya no está la Romay.  En esa época eran un quinteto, con Facundo al piano. Para 1950, ya hay cambios en el cuarteto de Facundo: Sirelda González sustituye a Cecilia, que luego se va a en Venezuela y se queda a vivir allí, y yo sustituyo a Nelia Núñez. Se mantienen “Ébano” y Leyte.

El Cuarteto de Facundo Rivero en 1954.  Elba Montalvo es la tercera desde la izquierda. Foto. Revista Show. Archivo de la autora.

Sobre la incidencia del patrocinio comercial de Bacardí en la carrera del Cuarteto de Facundo Rivero, Elba recuerda:  “El patrocinio de Bacardí al programa llegaba también a nosotros como cuarteto, pues se encargaban de muchas cosas prácticas, por ejemplo, de  nuestro vestuario. Nosotros, a cambio, teníamos que cantar en los eventos que organizaban desde el programa, como rifas, sorteo de casas, etc. Después fuimos patrocinados también por la cerveza Cristal (“¡Si Cristal está presente, hay ambiente, mi gente!”, decía el jingle que llegamos a grabar). Teníamos también un acuerdo con Consuelito Vidal y Amaury Pérez, que era el productor del programa “Jueves de Partagás”, donde actuábamos y hacíamos el comercial de la Cristal” –recuerda Elba.

A México y Estados Unidos

Luego de trabajar con éxito sostenido en CMQ Radio, en 1950 van contratados a México, permaneciendo 8 meses actuando en el cabaret Astoria y luego en Acapulco, y otras ciudades.[4]

Los ecos del arrollador éxito del cuarteto en México llegaron hasta las páginas del rotativo norteamericano The Brooklyn Daily Eagle, que lo cataloga como una de las mejores atracciones musicales presentadas en el país azteca, cuando anuncia su debut en el night-club Chateau Madrid en Nueva York en noviembre de 1951, contratados por su dueño, Ángel López.[5]   El periódico neoyorkino Daily News anunciaba al Cuarteto de Facundo Rivero como “…la más caliente combinación vocal afro-cubana que hemos visto en muchos años”.[6]

Durante 1952 y 1954 continúan una exitosa temporada en que se mueven entre México, Nueva York -, Los Ángeles y Miami; actúan en el famoso Ciro’s de Los Ángeles donde comparten escenario con Sammy Davis Jr cuando integraba el Will Mastin Trio; llegan también a Las Vegas, a Maryland, y al Sans Soucí de Miami, y le es renovado el prolongado contrato en el Chateau Madrid de Broadway, Nueva York.   El año  1954 trae dos buenos momentos para Elba: el cuarteto debuta el 15 de mayo en el famoso teatro Apollo, de Harlem, junto a Machito y sus Afrocubans, y Elba se casa con Carlos Durante en Nueva York, en el City Hall. Llegan a las noches de Hollywood y se presentan en St. Louis,  en el famoso Coconut Grove de Los Angeles; en Reno, Nevada, y otras ciudades con un espectáculo que los une a la orquesta Lecuona Cuban Boys, de Armando Oréfiche, a la vedette Nelly Castell, los bailarines Estrellita y Raúl y el cantante Rafael Hernán junto a varios músicos norteamericanos.

Elba y Sirelda en el cabaret Montmartre, en La Habana. Revista Show. Agosto de 1954. Archivo de la autora.

Arrasando en Montmartre y Sans Soucí de La Habana

A mediados de 1954  el Cuarteto de Facundo Rivero regresa triunfal a Cuba, se presentan en el cabaret Montmarte como atracción especial dentro del show La calle, pero  por breve tiempo, pues de inmediato se va a Europa integrando el espectáculo de Xavier Cugat junto a su esposa y cantante Abbe Lane y los famosos bailarines cubanos Los Barranco.[7]  La prensa afirma que arrebatan en el teatro Alhambra de París, en el Foro Itálico y en el teatro Cristina, de Roma, en Nápoles, Turín, Pisa, Milán, Venecia y San Remo. En España, se presentan en Barcelona, Valencia y Madrid.

Facundo Rivero, Roland Gerbeau, Elba Montalvo y su esposo Carlos Durante en París.  1954. Revista Show. Archivo de la autora.

En viaje a Europa, Xavier Cugat con su famosa perrita. Detrás, a la izquierda Elba Montalvo, y a su lado, su esposo Carlos Durante.  Revista Show. Diciembre 1954. Archivo de la autora.

La ruptura con Facundo y el surgimiento de Los Rivero

Para marzo de 1955, Elba y Julita Lombida eran las cantantes del conjunto de Facundo Rivero.  A mediados de ese año, ocurre un cisma en el conjunto y los cantantes se separan de Facundo.  “Quería que se fueran Ébano y Leyte, y me quedara yo, pero le dije que no: que habíamos entrado juntos y seguiríamos o saldríamos juntos”- cuenta Elba, que, discreta a pesar de los años transcurridos, se resiste a detallar las causas de la ruptura.  Los cantantes articulan una nueva formación vocal: el cuarteto Los Rivero. Entra Sirelda González, en lugar de Julita Lombida, y mantienen lo de “Rivero”, porque Adalberto (Ébano), uno de sus integrantes es también de apellido Rivero. Facundo no protestó, aparentemente.  De inmediato los contratan Rodney para Tropicana y la CMQ para su canal de televisión y les surgen, además, contratos en el mismo Distrito Federal, Caracas, Minessota y Nueva York.[8] Facundo marcha a México y manda a buscar a los nuevos integrantes de lo que también ahora sería el Cuarteto de Facundo Rivero, por el que pasan en su nueva formación Celeste Mendoza, Carmen Lastra, Omara Portuondo Elena Burke, Florangel Rocha, Julita Lombida y otras.

En la segunda mitad de los 50, Elba, con el cuarteto, vuelve al Sans Soucí de México, donde ha dejado un excelente recuerdo de sus actuaciones, alternando con actuaciones en los 3 grandes cabarets cubanos: de nuevo Montmarte, Sans Soucí, y Tropicana, donde Los Rivero son de presencia obligada en los shows de 1957, 1958 y 1959.

Elba con Los Rivero en Tropicana. La Habana.  Ca. 1958-59. Revista Show. Archivo de la autora.

Están actuando Los Rivero en Tropicana en 1957 cuando sale Sirelda para lanzar su carrera en solitario, y entra Elda Dolet, y luego Carmen Lastra. Alinean en los elencos de las revistas Rodney’s Circus, Las viudas del calypso, Tambores sobre La Habana, En un paraíso del Asia, Chinatown (1957), Esto es Cuba Míster (1958), Rodneyrama,  Joyas de Tropicana (1959), Alrededor del mundo (1960). Carmen Lastra estaría muy brevemente, pues pasa al Cuarteto D’Aida al salir Moraima Secada.  Finalmente y gracias a la propuesta de Celia Cruz, entra Juanita Mazorra, el 19 de noviembre de 1959, para estabilizar de nuevo la formación vocal y escénica de Los Rivero. El cuarteto se ha convertido en un paradigma de excelencia en el trabajo armónico vocal y en la elegancia y refinada cubanía de su performance.  En mayo de 1959, Los Rivero eran, junto al Cuarteto D’Aida, los dos conjuntos vocales punteros en el panorama musical de Cuba.  Su solvencia artística y económica era innegable: altamente demandados, ganaban 2800 dólares al mes en Tropicana, sin contar sus presentaciones en televisión y otros espacios.

“Nos montaron voces primero Facundo y después, Orlando de la Rosa, Felo Bergaza, Bebo Valdés, Ernesto Duarte, Fernando Mulens, Bobby Collazo.  Muchos de ellos tuvieron sus propios cuartetos –Orlando de la Rosa, Bobby Collazo- pero ninguno funcionó como el nuestro.  Quien más nos montó repertorio fue Fernando Mulens, sobre todo aquí en España, pues también le cantamos muchas canciones de su autoría.”- recuerda Elba.

Los Rivero en los estudios de CMQ TV en La Habana (Ca. 1959). Cortesía Juanita Rivero.

En 1958 graban para la RCA Victor de México su primer álbum Los Rivero (MKL-1191), acompañados por la orquesta de Luis González Pérez, que es publicado en Argentina bajo el título Muy cubano (AVL-3290), que incluye piezas de Ernesto Lecuona (La mulata chancletera), Bobby Collazo (Serenata mulata), Eliseo Grenet (Camina pa’lante), Fernando Mulens (Piropo, Ábreme la puerta, Tropicana, Bésame), Julio Gutiérrez (Así, así), Rosendo Ruiz Quevedo (Guapachá en la luna), Facundo Rivero (Óyeme mamá), Orlando de la Rosa (La mazucamba) y Agustín Lara (Granada).  Hay diferencias en el arte final de ambas ediciones: en la publicada en México aparece en la foto la cantante Carmen Lastra, mientras que en la versión argentina su lugar es ocupado por Juanita Mazorra.

Hacia Argentina, para no regresar

Elba Montalvo, con los demás integrantes del cuarteto Los Rivero sale de Cuba rumbo a Argentina el 17 de junio de 1960, contratados nuevamente por Xavier Cugat, en un espectáculo con su orquesta y los famosos bailarines Augie y MargoSe anticipan a la salida de Rodney con su troupe  rumbo a México y al éxodo creciente, pero incierto, de artistas cubanos que trabajaban en las condiciones del show-business. La última producción en que participan en Tropicana es Tambores sobre La Habana.
“Teníamos exceso de equipaje por nuestros vestuarios, y a mí, con mi cuenta bien saneada y en regla, no me dejaron sacar dinero de mi cuenta en el Chase Manhattan Bank. Como excepción, un director me autorizó a sacar únicamente 100 dólares y tuvimos que llamar a Xavier Cugat a Argentina para que asumiera el pago del exceso de equipaje. Nunca pude rescatar ni ese dinero ni las joyas que tenía en el banco.” –no olvida Elba.

Ya había comenzado la escalada en la tensión política entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, faltaban sólo 20 días para que Fidel Castro firmara la Ley No. 851, mediante la cual quedaban nacionalizadas bajo control estatal empresas y bienes de ciudadanos cubanos.

Los Rivero en España. Década de los 60.  Fotos cortesía de Juanita Rivero.

Destino final: España

Los Rivero terminan en Argentina y deciden radicarse en España. Son los primeros años de la década de los sesenta, caracterizados en ese país por el abandono del absoluto predominio de los géneros ligados al folklore tradicional y el auge creciente del pop local. Los cubanos son capaces de atemperar repertorio y estilo a las nuevas exigencias, con el componente exótico de su denominación de origen y la organicidad de su propuesta escénica. Triunfan en la televisión, son reclamados por las salas de baile de moda en las principales ciudades de España, realizan numerosas giras internacionales y continúan grabando discos, por los sellos españoles Zafiro, Marfer y Caudal, con los que editan varios LP y muchos sencillos entre 1961 y 1971.

“Llegué a España con 33 años, en 1961, con mi entonces esposo Carlos Durante, que era también el manager de Los Rivero –me contó Elba.  Soy hija única y era muy apegada a mi madre.  No conseguí sacarla de Cuba hasta 1966. Tuve que irme a Australia, porque el Commonwealth nunca rompió relaciones con Cuba y era posible gestionar su salida desde allí.  Pasó mucho mi madre en Cuba, por culpa de que yo me había quedado. Tuve mucho apoyo siempre de mis compañeros del cuarteto, siempre fuimos una familia. Juanita se casó y decidimos no incorporar a ninguna otra chica: seguimos como trío. Con el paso del tiempo, también envejecimos y algunos decían que Leyte estaba gordo, pero la mayoría lo apoyaba… era el que más gustaba… Decidimos seguir los 3, porque siempre fuimos una familia.  Sabía que si rompíamos el grupo, la que mejor saldría sería yo, que era mujer y aún mantenía el tipo, pero ellos no podían quedarse atrás, no podía dejarlos abandonados a las casualidades” – recuerda Elba.

Como trío, graban en 1974 para el sello Direasa el LP Los Rivero con Johnny Ventura y su combo, con el Rey del Merengue dominicano, reeditado en 1999 en CD, además de un sencillo (Frenesí / Palmeras palmeras) para la marca Discophon.

Elba estuvo cantando hasta un día del año 2004 en que decidió poner punto final a su carrera. Ahí quedaron los discos, las fotos, los artículos de prensa, los videos de los programas de televisión para traérnosla de vuelta, como paradigma de excelencia vocal, legendaria prestancia, elegancia escénica y refinada cubanía, junto a Leyte y Ébano, junto a Sirelda, Carmita Lastra y Juanita también como uno de los grandes referentes de la era de los cuartetos armónicos cubanos: Los Rivero.

 

Por Rosa Marquetti Torres

NOTAS

[1] Collazo, Bobby:  La última noche que pasé contigo. 40 años de farándula cubana. Fundación Musicalia. Puerto Rico. Pag. 263.

[2] Datos de fechas y lugares de nacimiento y muerte, obtenidos en el Registro de Defunciones de la Seguridad Social de Estados Unidos. Consultado en www.ancestry.com

[3] Artistas del patio. En Radiolandia.  En revista Bohemia. La Habana, Cuba. 1 de mayo de 1949. Pag. 38

[4] Collazo, Bobby:  La última noche que pasé contigo. 40 años de farándula cubana. Fundación Musicalia. Puerto Rico. Pag. 338

[5] Al Salerno: Brooklyn and Broadway. Night Life.  En The Brooklyn Daily Eagle. 1 de noviembre de 1951. Pag. 5

[6] Danton Walker:  Broadway. En Daily News, NY. 16 de noviembre de 1951. Pag. 76

[7] Revista Show. Agosto 1954.

[8] Entrevista de la autora con Elba Montalvo. Madrid.

OTRAS FUENTES

A Pile of Cole. Nat King Cole’s Sessions and Discography.  http://apileocole.alongthehall.com/sessions.html

Revista Show. La Habana, Cuba. 1954-1961

Prensa norteamericana consultada en www.newspapers.com

Rubén Ríos Web Site

 

 

 

Alquízar, Cuba. Soy una apasionada de la historia de la música y los músicos cubanos, de la memoria histórica y de asegurar su presencia historiográfica en las redes. Me gusta la investigación. Trabajo además en temas de propiedad intelectual y derechos de autor. Escucho toda la música... y adoro....la buena. Desmemoriados... es la interaccción. Todos los artículos son de mi autoría, pero de ustedes depende que sean enriquecidos.

7 Comentarios

  • Justo Alberto perez quintana

    Como he lamentado no haber podido ir contigo a ver a Elda en este viaje que hice por mi operación pero tengo fe y regresaré e iremos a verla gracias por tu recuerdos un fuerte abrazo

  • Rosa Marquetti Torres

    Claro que sí, querido Justo. Le leeré a Elba tu comentario y estoy segura de cuando vuelvas pasaremos un rato lindo con ella, que está aún tan activa.

  • Jaime Jaramillo

    Rosa-Excelente como siempre ese relato investigativo sobre Elba Montalvo que cubre también a Facundo Rivero y los integrantes de Los Rivero. Qué bueno que todavía está entre nosotros esta gran vocalista que gracias a este artículo nos familiarizamos con su vida y gran trayectoria y su personalidad tan llena de lindos detalles tales como su fidelidad a sus amigos y colegas

  • Chico Alvarez Peraza

    !Excelente! Me gustó mucho la siguiente oración: «El pasado ya no importa tanto: en su filosofía hay que vivir y concentrarse en el presente, de modo que no podía entender cómo su vida artística en años ya trascendidos podía aún interesar a alguien.» !Santa Palabra Rosa Marquetti!…así es la vida, más que un sueño o un acontecimiento; es una historia personal guardada en el baúl de los recuerdos. Sin embargo, me alegro que los recuerdos de Elba no se han quedado encajonados. – Chico

  • Jeanny Rivero

    Hola mi nombre es jeanny Rivero nieto de Abelardo Rivero ( ébano) quisiera saber más sobre mi abuelo +56922335543

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