BAILARINES,  CABARET,  CANTANTES,  CINE

La huella inquietante de Las Mulatas de Fuego

Las Mulatas de Fuego ha sido una estirpe  que acuñó, en la música, el baile y el espectáculo, más que un estilo, diríase que un concepto, una verdadera marca con denominación de origen.  Absolutamente controversiales en su inocente desparpajo -para aquella época-, jóvenes preciosas y desinhibidas, cada una de ellas encontró cabida en un esquema donde ser bella no era la única carta de triunfo: había que cantar y bailar, y hacerlo muy bien.

Rumberas en cuerpo y alma,  mulatas y de fuego siguieron siendo siempre, mantuvieron la tradición y la frescura, incorporando las novedades que cada época exigía, propiciando en definitiva el reciclaje indetenible con el reemplazo sistemático de las que salían a probar fortuna en solitario, a cumplir sueños prometidos, a aplacar su vida constituyendo familia, o simplemente por que ya, ya estaba bueno de tanta rumbantela! Los que tuvieron que ver con su espectáculo en todas las etapas, se aseguraron de que siempre así fuera: podían negociar el formato flexible en cuanto a número de integrantes, pero lo innegociable era su esencia.

Las Mulatas de Fuego en la primera generación interpretando el porro colombiano «La múcura». Teatro Campoamor, La Habana. 1948. Archivo personal Marta Castillo.

Su creador, el coreógrafo Roderico Neyra había asumido las limitaciones de su enfermedad  y las deformaciones que tal padecimiento iban ocasionando en su cuerpo, y finalmente había aceptado que ya nunca más bailaría.  Admitido  para trabajar en el Teatro Fausto, en el mismo corazón del Paseo del Prado, es aquí donde crea y presenta la primera pieza de su carrera como coreógrafo: una revista basada en la rumba y que él tituló Las Mulatas de Fuego, cuyo cartel integraban seis bailarinas de cuerpos espectaculares, tres cantantes femeninas y una juvenil guarachera que proyectaba una potentísima voz, y respondía al nombre de Celia Cruz. Rodney recogía y recreaba lo que había aprendido en sus años de bailarín y coreógrafo en el Shanghai, el controversial teatro de variedades, que, en el Barrio Chino de La Habana sublimó las bondades del vernáculo y lo tentador de un temprano porno que hoy sería ridículamente inocente, aderezado con nuestra infaltable música.  Trascendía así el modelo que había acuñado el cabaret Edén Concert[1], el más famoso de los años 30 y que todavía hoy puede apreciarse en el filme “Tam Tam o  El origen de la rumba” (1938), para entregar un espectáculo de mayor dinamismo y economía de recursos, pero con un impacto arrebatador e inmediato en el público.

Roderico Neyra «Rodney» (Santiago de Cuba, 1911 – México, DF, 1962). Foto tomada de cubamuseo.com

Marta Castillo es, junto a Meche Lafayette, una de las dos Mulatas de Fuego fundadoras que aún pueden contarnos sobre sus orígenes. Las últimas en partir fueron Olga Socarras y Rita Mercedes Montané. En su apartamento en el barrio de Móstoles, en Madrid, España, entrevisté a Marta Castillo, quien se empeña en aclarar: “La historia de Las Mulatas de Fuego es muy bonita, pero cada quien la cuenta a su manera. Me encuentro en la calle con Facundo Rivero, pues iba a debutar yo en el Zombie Club como cantante, y me sugirió que fuera al Teatro Fausto, que estaban seleccionando a muchachas mulatas para un espectáculo que se llamaría “Serenata Mulata”, y que lo estaba montando Roderico Neyra -faltaba mucho para que llegara a ser el famoso Rodney- y todo el elenco era de negros y mulatos. Llegué y Roderico me preguntó si bailaba y le respondí: “Bailo y canto!” Y me dijo: “Olvídate del canto… y baila”. Y ahí comenzó mi relación profesional con Rodney que me llevaría a integrar Las Mulatas de Fuego, idea que salió de ese espectáculo en el Fausto, y luego fue a Sans Soucí y a Tropicana.”  Después del éxito de “Serenata Mulata”, llega a Cuba el Chato Guerra junto con Gabriel Figueroa[1], su cameraman, buscando un espectáculo para incluírlo en el filme que realizarían, y alguien le recomendó ver a Rodney. Ve lo nuestro y le gusta. Ahí elige a seis mulatas. A mí me eligen, pero al final no hice el viaje a México, porque mi madre no me permitía viajar sola fuera de Cuba: Olga Socarrás, Rita Mercedes Montané, Meche Lafayette, Fefa – que fue la primera que sale del grupo- Anita Arias y Marta Castillo. Al no ir yo en el grupo, fue Vilma Valle, que con tal de ir, aunque era cantante, dijo que era bailarina. En el espectáculo contrataron a Celia Cruz como cantante. Lo mismo pasó con el segundo viaje de Las Mulatas, esta vez a Venezuela: a mí tampoco mi madre me dejó ir. El de México fue el primer viaje de Las Mulatas. En ese grupo fue como coreógrafo Litico Rodríguez, pues Rodney por su enfermedad no podía viajar en ese momento. Y fue el mexicano Chato Guerra quien nos puso el nombre, no fue Rodney: fue Chato Guerra quien nos llamó Las Mulatas de Fuego. Después fueron más de seis porque necesitaron una cantante y llevaron a Elena Burke y contrataron aparte a Celia Cruz para cantar.»[2]

En México actuaron con éxito en el teatro Follies, que regentaba también El Chato Guerra, donde comparten espectáculo con Tongolele y un grupo de músicos cubanos dirigidos por Juan Bruno Tarraza. Y por supuesto, aparecen en el filme Salón México (1948) dirigido por El Indio Fernández y con el que Celia Cruz inaugura su filmografía, a pesar de solo figurar como extra y no aparecer en los créditos. Tampoco Las Mulatas, ni ninguno de los cubanos.

A partir del minuto 00.06.36 se puede ver en acción a Las Mulatas de Fuego, Celia Cruz, Elena Burke y Litico Rodríguez, en el filme Salón México, filmado en 1948.

Las Mulatas de Fuego en su primer formato, pero sin Marta Castillo, posando con Tongolele (de pie en el centro) en el teatro Follies. Abajo a la izquierda, Vilma Valle y a la derecha, Celia Cruz. De pie, en el extremo izquierdo, Elena Burke. México 1948. Foto: Cortesía Sergio Santana Archbold.

Con el mismo espectáculo, el 18 de octubre de ese mismo año 1948 llegan a Venezuela, para presentarse en varios programas de radio, commo Bingo Alas, del famoso presentador Victor Saume en Radio Caracas, Eslabones de Oro, de Radio Cultura,  en la Taberna del Majestic y otros espacios, con gran éxito y popularidad. [3]

En el periódico caraqueño «Últimas Noticias». Finales de 1948. Clip cortesía de Gherson Maldonado.

Según Marta Castillo, «…para seguir trabajando en Cuba, Roderico hizo la segunda edición de Las Mulatas de Fuego, al irse las primeras para México y Venezuela, y para eso decidió junto conmigo, que no había viajado, armar el otro grupo: Lilian y Fello, que eran hermanas [Lilia y Amelia Alvarez], Lina Ramírez [la mamá de Issac Delgado], Julita Borrell, y yo”.[4]

La segunda versión de Las Mulatas de Fuego ensayan en La Habana. Foto: Archivo personal Marta Castillo

Las Mulatas de Fuego en su segunda versión. De arriba hacia abajo: Lilliam Álvarez,Marta Castillo, Julita Borell, Meche Lafayette, ly Amelia «Fello» Álvarez. Foto: Archivo personal Marta Castillo

Al regreso de Venezuela, Las Mulatas de Fuego se presentan de nuevo en el teatro Fausto y después, con la compañía de teatro vernáculo Pous-Sanabria en los teatros Martí y Campoamor y con diferentes formaciones, se mantienen en los escenarios y cabarets cubanos. Las chicas morenas dejaron su huella también en el cine cubano en tres filmes realizados en 1950, año prolífico para la producción cinematográfica en la isla.   Formaron parte del elenco del filme Escuela de Modelos, dirigido en La Habana por el español José Fernández Hernández y guión compartido con Manuel de la Pedrosa.  En los roles principales, Alberto Garrido, Federico Piñeiro y Zulema Casal, y en la parte musical, La Sonora Matancera, Las Dolly Sisters y el Trío La Rosa.  Repiten ese mismo año en el filme cubano Rincón Criollo, con  Blanquita Amaro, como figura principal.  La dirección musical estuvo a cargo de Obdulio Morales, con cuyo conjunto Las Mulatas intervienen en el tema  Tingo Talango, contando también con la participación especial de Paquita de Ronda y Juan José Martínez Casado. Otros importantes músicos completarían la nómina del filme, como Celina y Reutilio, el trío Los Panchos, Manolo Fernández y el Conjunto Típico de Ñico Saquito.  Y terminan el año en muy recordada escena con Celia Cruz y La Sonora Matancera, en el filme Una gitana en La Habana, junto a Paquita de Ronda, Candita Quintana, Armando Bringuier, y en la parte musical, con Pedro Vargas, el Trío Servando Díaz, Las Hermanas Márquez.  Las coreografías estuvieron a cargo de Rodney, quien seguía dirigiendo  a las fogosas morenas.  El 26 de marzo del año siguiente, 1951, doce cines de la capital exhibían las imágenes esplendentes de Las Mulatas de Fuego en el celuloide.[5]   Ante el éxito, aparecieron grupos sucedáneos con formatos similares, como Las Mamboletas de Gustavo Roig, y otros, que si bien tuvieron cierta popularidad, no pudieron igualárseles.

“El elenco de Las Mulatas de Fuego cambió muchísimas veces, muchas de sus integrantes se convirtieron, como solistas, en verdaderas estrellas, pero la impactante y primaria energía,  y la racialidad intrínseca en sus coreografías, hicieron posible que el show mantuviera su validez por muchos años.  El culto a Rodney comenzó aquí.” –asegura Ofelia Fox ,en sus memorias sobre el cabaret Tropicana.  Su creador mantuvo firmes sus riendas,  incluso en sus días de gloria como alma creativa de los shows de Sans Souci, primero y Tropicana después.» [6]

 Julita, Meche, Lilia y Lina, en el cabaret Bambú, en 1954.
 En los camerinos del Bambú Club (1954)
Lina, Meche Montané, Julita y Fello. 
La incursión de Las Mulatas de Fuego en el cine cubano se produce en los mismos momentos en que en triunfaban en México las rumberas blancas, figuras imprescindibles en un tipo de cine que en ese país y también en Cuba, ganaba éxitos.  Ninón Sevilla, María Antonieta Pons y Amalia Aguilar serían las cabezas de un fenómeno que marcó esa cinematografía, pero que también limitó al acceso de las rumberas cubanas mulatas y negras a esa industria, a pesar de que doce años antes una mulata china cubana, Estela, fuera la pionera en llevar la rumba a las pantallas  mexicanas.[7]
Tras estas incursiones en el cine, Las Mulatas de Fuego inician una gira de tres años por México y varios países de Centro y  Sur América, además de República Dominicana. En particular en Uruguay, Paraguay y Argentina, donde hacen furor y dejan una estela de triunfos en teatros y cine.

Las Mulatas de Fuego con Celia Cruz en el filme «Una gallega en La Habana». Celia canta la guaracha Sandunguéate (Senén Suárez) La Habana, 1955.

En la pista, siempre descalzas (1954)  Foto: Tomada de revista Show.
celia cruz, mulatas de fuego en el bambu
 Celia Cruz y Las Mulatas de Fuego en el Bambú Club, en La Habana. (Foto cortesía de Jaime Jaramillo)
newark opera house poster marcano-moncho leña- mon rivera mulatas fuego
 En Newark, USA, cerca de 1957

Las Mulatas estuvieron una larga temporada en el Bambú Club, en la Carretera de Rancho Boyeros, a poca distancia del centro de la ciudad.  Entonces eran cuatro:  Fello, Meche (Mercedes Montané); Lina Ramírez y Julita, pero Meche no duraría mucho, pues a finales de año ya estaría en Madrid formando la pareja de baile Juancito y Mechita y, en consecuencia, es sustituída por Lilia Alvarez, que regresa al grupo. Más tarde, Meche bailaría también con el gran bailarín Rolando Espinosa, el mismo que hizo memorable pareja con Anisia, otra gran bailarina.  En 1955 seguían en el Bambú, como parte del elenco de “Fiesta en La Habana”, show dirigido por el coreógrafo Luis Trápaga.

 Julita, Lilia, Meche y Lina, en el Bambú Club (1954)

En 1956 se produce un impasse en la dirección de Rodney, y encontramos a Facundo Rivero, por breve tiempo, al frente de Las Mulatas. Continúan presentándose con frecuencia en países latinoamericanos. 

En La Habana, el  popular Alloy’s Club las recibe, en formato de trío, en 1957, y en 1958 se les pudo ver en el Cabaret Venecia, de la ciudad de Santa Clara (hoy Villa Clara) junto al afamado Cuarteto D’Aida. Un año después, las recibe el cabaret Sierra de la ciudad de Caracas, donde se presentan con los cantantes María Luisa Chorens y Carlos Argentino.  En abril de 1960 Alipio García las contrata para el show de su cabaret Alí Bar, junto a los cantantes Ñico Membiela, Alfonsín Quintana y Roberto Jaramil, y en agosto ya están en México, anunciándose profusamente como parte del espectáculo con Celia Cruz y La Sonora Matancera, presentándose en el Terraza y  en el cabaret Los Globos, entre otros. Siempre bajo la dirección de Rodney, que había viajado con ellas, se mantienen en México durante 1961 y permanecen fieles a su director de toda la vida, hasta que éste muere en ese país en los tempranos sesenta.[8]  Sólo entonces dejaron de existir como lo que habían sido desde 1947. Se desperdigaron por el mundo las que en esa fecha eran todavía  mulatas de fuego, unas regresaron a Cuba, algunas se reinventaron en otras tierras, las anteriores preservaron los mejores recuerdos de aquellos años tremendos.

Abundan las versiones acerca de las verdaderas «Mulatas de Fuego» fundadoras. La que se acerca más a la verdad tiene como antecedente la producción Serenata en Blanco y Negro, presentada en el teatro Fausto en un espectáculo dirigido por Roderico Neyra, Rodney y en el que actuaban  6 mulatas jóvenes y bellas. y es confirmada por Marta Castillo como fuente primaria. Ellas, las fundadoras, fueron  Marta Castillo, Rita Mercedes «Meche» Montané, Olga Socarrás, Mercedes «Meche» Lafayette, Anita Arias y Fefa, «...que estuvo pocas semanas, se marchó y nunca más se supo de ella«. Les seguirían muchas más, a lo largo de la existencia del modelo:  además de las ya mencionadas  Vilma Valle, Julita Borrell, Lina Ramírez y las hermanas Lilia y Amelia «Fello» Alvarez, pasarían por sus filas Omara Portuondo, Migdalia Hidalgo, Olivia Belizaire, Beba Alvarez, Caridad Hernández, Sandra Taylor, Olga Sotolongo, entre otras.[9]

De Las Mulatas de Fuego, como formación musical y danzaria, salieron figuras que hoy son consideradas cardinales en la historia musical cubana:  Marta Castillo ya se había independizado en 1952 para hacer pareja primero con Tondelayo, después con Alexander Cutting y finalmente con su partenaire más estable:  Miguel Chequis.  Marta Castillo es la única afrocubana que fue primera bailarina en los 3 grandes cabarets de la época: Tropicana, Sans Soucí y Montmartre.  Vilma Valle se convirtió en una de las voces más notables de su generación conquistando escenarios en Cuba y América Latina.  Olga Socarrás marchó temprano a Europa donde hizo carrera como bailarina y cantante, llegando a grabar algunos discos. Sandra Taylor se convirtió por su belleza en uno de los recordados mitos de las noches musicales de La Habana.  Las más notables mulatas vinculadas al grupo -Elena Burke y Omara Portuondo- han tenido carreras fulgurantes como lo que son: dos de las más grandes voces cubanas de todos los tiempos.

Pero a todas ellas, el mito de Las Mulatas de Fuego las ha trascendido. Tan fuerte fue el concepto que en 1947 desarrolló su creador, Roderico Neyra, que Las Mulatas de Fuego se convirtieron en un referente obligado para los shows de cabaret, que llega, de manera inquietante hasta nuestros días. Pareciera que la fiabilidad del modelo y el éxito probado de un espectáculo de tal naturaleza,  propició durante décadas  su recreación arquetípica y un tanto acomodaticia, como si no hiciera falta una mayor creatividad e ingenio para trascenderlo y adecuarlo a lenguajes más contemporáneos, a las exigencias de nuevos tiempos.    Más allá del cabaret, numerosas agrupaciones musicales han repetido hasta hoy el esquema en sus presentaciones fuera de Cuba, apelando a un sentido de lo popular y de la cubanía que ubican, con cuestionable  insistencia, en la racialidad y la sensualidad de unas caderas en movimiento.

Estos apuntes, que las homenajean,  no demeritan, sin embargo,  el destacable lugar que corresponde a Las Mulatas de Fuego en la representación del imaginario que ha acompañado a la música popular cubana a través del tiempo, sin límites geográficos y, en definitiva, a la universalidad de su éxito desde siempre. Parece que, más allá del tiempo, nos dejaron el fuego.

NOTAS

[1] El Edén Concert fue fundado por el brasileño Víctor de  Correa, el mismo que años más tarde estaría en la creación del cabaret Tropicana en los terrenos de Villa Truffin.  El Edén Concert estaba ubicado en la calle Zulueta, entre Animas y Virtudes, en la zona de La Habana Vieja. Alfredo Brito era el director titular de su orquesta(Nota de la autora).

[2] Entrevista de la autora con la bailarina Marta Castillo Torrens.  Móstoles, Madrid. 2019.

[3] Recopilación hemerográfica del investigador venezolano Gherson Maldonado. 

[4]  Entrevista de la autora con la bailarina Marta Castillo Torrens.  Móstoles, Madrid. 2019.

[5]  Arturo Agramonte y Luciano Castillo:  Cronología del Cine Cubano. Tomo III (1945-1952). Pp. 199, 238 y 267.

[6] Rosa Lowinger y Ofelia Fox:  Tropicana Nights. The life and times o the legendary cuban night club. Harcourt Books.  USA, 2005.  Pp-122-123.

[7] Para ampliar sobre Estela, véase en este blog la entrada «Estela reinó en Broadway»  (Nota de la autora)

[8] María Argelia Vizcaíno: July del Río. Por siempre. Edición propia. Miami, 2019.

[9] En algunas fuentes aparece como Olivia Illimany.

OTRAS FUENTES CONSULTADAS

Francisco Gutiérrez Barreto:  Libro de la Farándula Cubana 1900-1962. Vol. II y III.

 

©  Rosa Marquetti Torres

Alquízar, Cuba. Soy una apasionada de la historia de la música y los músicos cubanos, de la memoria histórica y de asegurar su presencia historiográfica en las redes. Me gusta la investigación. Trabajo además en temas de propiedad intelectual y derechos de autor. Escucho toda la música... y adoro....la buena. Desmemoriados... es la interaccción. Todos los artículos son de mi autoría, pero de ustedes depende que sean enriquecidos.

23 Comentarios

  • Unknown

    Hola Rosa:
    Te cuento que algo pasó en Caracas en 1948 cuando Celia Cruz llegó con Las Mulatas, no me queda claro pero tuvo una diferencia con el manager o con el empresario y decidió salirse y permaneció en Caracas otro tiempo mas (no se regresó a Cuba con Las Mulatas). Aprovechó e hizo grabaciones con la Sonora Caracas, con la Orquesta de Luis Alfonzo Larraín y con la orquesta Leonard Melody de Leonardo Pedroza.

    Para que aclares un poco lo que te digo mira los siguientes enlaces:

    http://hemerotecamusicavenezolana.blogspot.com/p/la-historia-de-la-sonora-caracas.html

    http://lahorafaniatica.gladyspalmera.com/el-misterio-de-celia-cruz-y-la-sonora-caracas/

    Van abrazos
    Sergio Santana

  • Francisco Gutierrez

    Rosa, nostalgia me trajo tu trabajo de mis días mexicanos. Fui parte de su público por varias noches en el TERRAZA CASINO, de Insurgentes Sur, en el Distrito Federal mexicano. Este Night Club era para 1960 el más elegante de la capital mexicana, con tremendos shows montados por RODNEY (Roderico Neyra), que allí de fijo entonces laboraba. Recuerdo eran seis las mulatas, similar a otro grupo, de baile y canto cubano, llamado LAS HERMANAS BENÍTEZ, que también arrasaban en las pistas nocturnas de la nación azteca. Las mulatas usaban nombres artísticos individuales rebuscados, pero atractivos. Parte del show era la presentación de cada una de ellas con esos nombres. Como cierre, el Terraza Casino no tenía casino alguno al menos para los asistentes a cenar, bailar y ver el espectáculo. Era la casa de la SONORA MATANCERA y de PÉREZ PRADO. Tengo discos de Celia con la Sonora Caracas y Leonard Melody, pero nada con Luis Alfonso Larraín. Cariños desde Managua, Nicaragua, Francisco Gutiérrez Barreto.

  • Caridad Adriana Zayas Velazquez

    Tengo a bien contar entre mis amistades con Caridad Fernandez Linares, una de esas estelares mulatísimas que tan el alto pusieron el nombre de las rumberas cubanas por todo el mundo, vive en Valencia y goza de buena salud. aché para ella y todas las demas Pucha la Cubana blogspot.com

  • rosamarquetti

    Muchas gracias, por su valioso comentario. Me gustaría que Caridad Fernández Linares pudiera leer mi artículo, que es un homenaje a ellas. Podría ponerme en contacto con ella? Sería muy útil que ella nos pudiera aportar más datos sobre esta importante historia de Las Mulatas de Fuego. Me ayuda a contactarla, por favor? Muchas gracias.

  • rosamarquetti

    Mi amiga, Jamila Castillo me envía este comentario muy importante, sobre CARIDAD HERNANDEZ PEÑALVER, una de las fundadoras de LAS MULATAS DE FUEGO. Jami no ha conseguido insertar aquí su comentario. Lo intento ahora yo, para que todos puedan leerlo:
    "Me crié con Caridad Hernández Peñalver, una de las fundadoras de las Mulatas del fuego. Ella falleció en 2005 y no puede dar su testimonio, pero su familia adoptiva posee varios documentos muy estimables, entre ellos, una fotografía en color de las 4 fundadoras de las mulatas. Si estás interesada puedo darte el contacto para que la veas y quizás puedas hasta obtener una copia. Cary contaba que la fundadora de las mulatas fue Doña Rita Montaner. Fue en el Teatro Martí donde se hizo un casting donde rezaba el cartel: "ni negras claras, ni blancas oscuras, solo mulatas". De ahí surgieron las primeras. Luego en su biografía hay unos cuantos datos más acerca del desempeño de Las mulatas en revistas como Retrato en sepia. Cary no estuvo mucho tiempo en las mulatas, luego viajó a Nueva York en una gira con la compañía Afrocuba; y más tarde volvió a Cuba para formar una mitica pareja llamada "Cary y Rolando", que actuaba en el Café colonial. De esta pareja sí tengo foto y podría aportarla. También del único telefilme de la televisión italiana (RAI), donde Caridad Hernández Peñalver, una de las mulatas del fuego, es ya Kary Kento, la cantante y maraquera de un grupo belga que popularizó la música cubana en Europa, titulado Les Chakachas. Ellos son míticos, pues además de su enorme arraigo en el público europeo, saltaron a las listas de EE.UU. con un tema llamado "Jungle fever", tema que inaugura el estilo latin funky. Fue publicado en 1972, y hoy es un tema para coleccionistas." https://youtu.be/-WnQSHDzNZI

  • Yin Pedraza Ginori

    Hola, Rosa. Magnífico el aporte que haces al conocimiento de los protagonistas de nuestra música y nuestros espectáculos. Todo bien documentado, como tiene que ser. Olivia Belizaire trabajaba en el grupo del Teatro Musical de La Habana a mediados de los 60, donde yo trabajaba como jefe de escena y asistente de dirección. La recuerdo actuando, cantando y bailando en "Mi solar" de Alberto Alonso y en "La pérgola de las flores". Excelente profesional.

  • Larry Daniel Cabello Guzman

    Tremendo artículo. Tremendos aportes se hacen desde esta página. Por cierto y al margen del tema principal, Celia estuvo en Venezuela con Las Mulatas de Fuego a finales del año 1948 y, por problemas surgidos a raíz del Golpe de Estado al Presidente Rómulo Gallegos, se quedó en el país grabando discos con la Sonora Caracas, Leonard Melody y Luis Alfonso Larrain. Pero las grabaciones que hizo con la Sonora Caracas no aparecen por ningún lado. Hemos investigado y buscado por todos lados y nada. Leyendo los comentarios que preceden, veo que el amigo Francisco Gutiérrez Barreto desde Nicaragua, dice tener discos de Celia con la Sonora Caracas. Agradecería infinito ponerme el contacto con él para hablar acerca de esos discos, los temas, en fin, aclarar de una vez por todas el misterio acerca de esas grabaciones. Un abrazo para Rosa Marquetti y tienes un nuevo seguidor en esta excelente pagina.

  • Rosa Marquetti Torres

    Gracias, Larry, por leer y por tu amable opinión. Hace unos meses me enteré de la muerte repentina del amigo Francisco Gutiérrez Barreto. Quizás puedas contactar con su hija buscando alguna respuesta a lo de los discos de Celia con la Sonora Caracas.

  • juan lito alday

    Junto con Las Mulatas vino a Buenos Aires un percusionista (tumbador) llamado Tantalora que se quedo a vivir aca y fue un maestro para infinidad de jovenes percusionistas que heredaron su estilo

  • Nina Nilda Mena Neyra

    Hola

    Primeramente muchas gracias por lo informativo que esta su pagina. Ahora os escribo cual es mi propósito:

    Mi nombre es Nina Neyra, y no es coincidencia de que me llame Neyra, soy una sobrina de Roderigo. En el 2006 supe por primera ves que yo era familia. El padre de mi madre es primor Hermano… Mi abuelo se llamaba Neftaly Neyra Parada.

    Hace 25 años me fui de Cuba, donde mi ultimo trabajo fue actuar en algunas películas, en la escuela Internacional de Cine en Cuba. En la actualidad soy periodista Danesa. Si, vivo en Copenhagen Dinamarca. La verdad es que me gustaría hacer un documental sobre mi tío, y su historia, no quiero que quede… ya que por muchas razones nosotros en la familia, ni si quiera sabemos donde esta enterrado. Son muchas las razones.

    Por favor este es mi mail: nina@neyramedia.dk podría usted escribirme, y de esta manera podemos seguir en contacto.
    Saludos cordiales
    Nina Neyra

  • Daniel Chatelain

    Cada vez uno aprende mucho con sus articulos. Me permito de indicar una foto inedita de la mulatas del fuego con el cantante Oscar López en este articulo que edité y es la prefiguración de una publicación mucho mas larga a venir sobre el de los dos autores Felipe y Claudine Jobet. Pienso que ellos tienen muchas informaciones sobre las actuaciones comunes de Oscar, que llevo en alto la bandera de la musica cubana en Paris en el fin de su carrera, y de Las Mulatas del Fuego. El articulo tiene también como ilustración la cobertura del libro de Isabelle Leymarie, por supuesto mas difusada. http://www.ritmacuba.com/OscarLopez.html

  • Rosa Marquetti Torres

    Gracias nuevamente, Daniel, esta vez por su aporte tan interesante sobre Oscar López, alguien del que debo conocer aún mucho más.

  • Diana Hernández González

    ¡Excelente artículo sobre esta exitosa Cía. Te felicito Rosy, es admirable tu trabajo! Un abrazo fuerte.

  • Javier Delgado

    En el año 1952 vinieron al Paraguay, actuaron en el teatro Municipal de Asunción y en el intermedio de su actuación, el cantante Luis Alberto del Paraná hacia su show con la interpretación de 3 boleros. Los que se recuerdan de esa venida dicen que fueron furor.

  • Rosa Marquetti Torres

    Importante su comentario, Javier!! Es lo que tiene esta interacción, que se enriquecen las entradas y una hasta se emociona cuando lee cosas como la que usted nos ha escrito. Me gustaría encontrar más información del paso de Las Mulatas de Fuego por Asunción!! Gracias!!!

  • Kevin Aniel Ramírez Harris

    Muy interesante, gracias querida Rosa por todos sus aportes a nuestra cultura ❤️🇨🇺

Deja un comentario