
Aquilino Calzado,un manzanillero en los orígenes del flamenco fusión
Al saxofón se le reconoce como natural e imprescindible en el jazz, sin embargo, en el caso de Cuba, en particular, algunos de sus ejecutantes lo han llevado a transitar también por otros derroteros. Los historiadores del flamenco han convenido en reconocer el aporte del saxofonista cubano Aquilino Calzado González, quien vivió en España desde finales de 1929 y, presumiblemente, hasta 1940. Si bien resulta difícil establecer cuál lo hizo primero, es posible afirmar que durante los años 30, Aquilino Calzado y Fernando Vilches (Jaén, 29.10.1897 – España, 1970) realizaron las primeras aproximaciones experimentales de su instrumento al universo del cante, cuando el saxo reemplaza al cantaor con acompañamiento de guitarra. Aquilino y Vilches fueron los primeros en interpretar con el saxo los diferentes palos o estilos del flamenco, convirtiéndose en auténticos antecesores de la fusión en el género, mucho antes que John Coltrane o Miles Davis.
Aquilino Calzado en España (Foto tomada de Revista Estampa, 9 febrero 1935)
Varios textos de estudiosos españoles, especializados en la historia y fonografía del flamenco, como Juan Zagalaz, Manuel Cerrejón y el discógrafo y productor Jordi Pujol, entre otros, han investigado la profusa huella de Aquilino en la España de los años 30 y establecido su legado singular a la historia del flamenco y su singular asociación con el llamado arte taurino. El rescate en España de las grabaciones de Aquilino en el flamenco permitieron la publicación en 2014 del CD El Saxofón Humano Negro Aquilino. El Creador del Cante Jondo en el Saxofón y su rival Fernando Vilches «El Profesor» bajo el sello Fresh Sound Records. (FSR-CD 3019).
En este texto solo pretendo añadir algunos datos e informaciones acerca de Aquilino, su vida artística posterior a su permanencia en España y el posible impacto en su país de origen.
Aquilino en Las Estrellas Negras
El compositor, pianista y productor cubano Ernesto Lecuona está en España en 1932. Había embarcado en La Habana el 2 de abril, rumbo a la península. Haciendo un recuento del panorama escénico-musical en España, escribe en carta a su amigo Juan Bonich, cronista del diario El Mundo, en La Habana, publicada el 30 de septiembre de 1932, e incluída por el historiador e investigador Ramón Fajardo en su libro Ernesto Lecuona. Cartas :
“La Banda de las Estrellas Negras, que goza de una popularidad extrema, integrada en su totalidad por músicos negros, cubanos, y al frente de la que se encuentra René Izquierdo, acaba de obtener ruidoso triunfo en la Plaza de Toros, al vencer, por unanimidad del público, a la bien conocida banda de Los Calderones. El «negrito» Aquilino, que se ha hecho popularísimo entre todos los amantes del canto andaluz y muy particularmente del cante jondo, fue sacado en hombros por la muchedumbre que, enardecida de entusiasmo, se lanzó al ruedo. Podemos asegurar que es el hombre de actualidad en todos los contornos. Su saxofón, en el género que le ha hecho triunfar, es el mayor contrincante, el más enconado rival, de La Niña de los Peines, Niño de la Palma y Jesús Perosanz, presentado en La Habana en la temporada de La copla andaluza.”
Eran, probablemente, las primeras referencias al saxofonista cubano, provenientes del ámbito intelectual en la España de los años 30. Pero, ¿quién es ese corpulento mulato cubano que había llamado la atención de Lecuona y que mencionaban todos los periódicos en España llamándole Negro Aquilino, Negrito Aquilino o El Saxofón Humano? Aquilino Calzado González había nacido en Manzanillo, Cuba, el 27 de junio de 1908, hijo de Aquilino y Cecilia. (Estos escuetos datos, con la fecha exacta de su nacimiento y no hallados hasta ahora, aparecen en la Ficha Consular de Calificación para el Registro Migratorio de Brasil, rellenada por el propio Aquilino y expedida por el Consulado General de Brasil en Buenos Aires, Argentina , cuando años después, en 1944, Aquilino solicitó entrada en Brasil en tránsito hacia La Habana desde la capital argentina, con un pasaporte cubano con número 75, emitido el 4 de julio de 1940, presumiblemente en La Habana.)
Según el productor y discógrafo catalán Jordi Pujol, quien consiguió entrevistar a Valentina Calzado, una de las sobrinas de Aquilino en Santiago de Cuba, el saxofonista:
“…era el mayor de nueve hermanos, cinco niños y cuatro niñas […]; su padre era saxofonista de la banda municipal de Manzanillo y su madre era española. Los cinco varones fueron todos músicos: Aquilino, Raúl, Ventura y René fueron saxofonistas, mientras que Rubén optó por la trompeta. La familia se estableció en Santiago de Cuba cuando Aquilino era todavía un adolescente.”
Aquilino Calzado, junto a otros jóvenes músicos, cantantes y bailarinas empíricas se aventuró a cruzar el Atlántico rumbo a España. Tenía 25 años cuando en el puerto de La Habana el 16 de noviembre de 1929 abordó el vapor Magallanes rumbo a Nueva York, en tránsito hacia España, tal y como da fe la Lista de Pasajeros del citado viaje. Hacía parte de la Compañía de Variedades de Negros y Mulatos organizada en La Habana por los empresarios Ledón García y Salmerón Sagarra, presentada después en España como Las Estrellas Negras, por otros promotores que desde el inicio insertaron a la compañía en el espectáculo que acompañaba las corridas de toros.
Probablemente, Aquilino, como otros músicos de la troupe, estuvo expuesto en Cuba a la influencia de las bandas, como formaciones musicales locales, y también a las jazz-bands que desde los años 20 reproducían las influencias de sus similares norteamericanas. En España, Las Estrellas Negras, como compañía, se hizo flexible y versátil, había que vivir y sobrevivir: en un formato más reducido, que incluía a Aquilino Calzado, tocaban danzones, concediéndole al saxofón un rol en la formación danzonera, y con José Manuel “Manolito” Beltrán como pianista.De ello da fe la foto que el musicólogo cubano Ezequiel Rodríguez incluyó en su Iconografía del Danzón.
Para tocar sones y guarachas otros músicos formaron un sexteto donde cantaba y tocaba nadie menos que Abelardo Barroso y la cantante Guillermina Guzmán. Los músicos de Las Estrellas Negras eran una verdadera rareza ante la mirada y oído de los españoles, solo comparable al pequeño grupo de cubanos que desde 1928 trabajaba en espacios citadinos, en la que destacaban, entre otros, Ciro Deswal (Ciro Valdés Díaz) y Urbana Troche, la rumbera cubana que mostraría cómo se baila el son con el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro en la Feria Internacional de Sevilla de 1929.
Es evidente que desde su llegada a España en 1929 Aquilino se sumergió no solo en la vida española, sino en el mundo de la gitanería y el flamenco: aprendió todos los palos o estilos y supo trasladarlos rápidamente a su instrumento como reproducción del cante, de una manera creíble y virtuosa, a juzgar por la reacción de los grandes guitarristas y cantaores que no dudaron en tocar y cantar con él, y hasta grabar. En fandangos, granadinas, garrotín, peteneras, bulerías, resulta increíble la depurada técnica que el cubano imprimió a cualesquiera de los estilos del flamenco en los que se adentraba.
El debut de Las Estrellas Negras cubanas
Por fin Manuel Gómez Lumbreras, con la sagacidad que caracteriza su accionar en el negocio de los toros, lograba el propósito de presentar, como parte de las corridas, algo novedoso en las plazas que controlaba y el inusual espectáculo de Las Estrellas Negras sería ideal, definido por la prensa como “agrupación artístico-musical taurina”. De cómo logró armar la novel compañía, solo mencionó a Cuba, Turquía y París como sitios donde en sus varios viajes, logró reclutar a los artistas, en momentos en que Josephine Baker solía presentarse en escenarios españoles junto a un grupo de igual nombre integrado por cantantes y bailarines negros y mulatos.
La prensa, a bombo y platillo, se hizo eco del debut de Las Estrellas Negras el domingo 10 de abril de 1932 en la plaza de toros de Albacete. Siete días después repetían igual estruendoso éxito en la de Alicante. El cronista del ABC, B. García-Herreros, en un texto muy detallado y elogioso, centra sus loas en el desempeño de un músico: “…alcanza frenéticas ovaciones el negro del fandanguillo, conocido por el «saxofón humano», solista prodigioso, que interpreta de manera inigualable milongas, fandanguillos, etc.”2
Así, se presentan también entre mayo y junio de 1932 en Sevilla, Madrid, Barcelona, Talavera de la Reina y otras ciudades españolas. La observación del periodista confirma la temprana iniciativa de Aquilino Calzado –abril de 1932-, al incorporar el saxofón, reproduciendo el rol del cantaor/cantaora, en la interpretación de algunos estilos, como el fandanguillo.
No hubo mención a otros artistas, pero los elogios hacia el cubano se repetirán a partir de ahora: es Aquilino Calzado, quien pronto se conocerá en España como Negro Aquilino o El saxofón humano, y también, comparando el virtuosismo melódico e improvisatorio de su saxo con los grandes cantaores de entonces, como El Vallejo del Saxofón o El Pepe Marchena del Saxofón (aludiendo Manuel Vallejo y a Pepe Marchena, portentos del cante flamenco en la época).
En octubre hace temporada en el circo Price de Madrid, donde El Heraldo así lo presenta: “Aquilino: el saxofón humano, el negro del alma gitana, el creador y el único. Su formidable espectáculo original, moderno, internacional y castizo debuta en este circo dentro del más interesante programa de circo y los terroríficos leones de Ivanoff.” Tras su primera presentación en Madrid con Las Estrellas Negras, el cronista Don Nino en el diario El Heraldo no escatima en elogios, que hoy pueden ser verificados si escuchamos las grabaciones de Aquilino Calzado en la España de los años 30:
“El saxofón canta más que interpreta, con toda su emoción, con todo su sentimiento, el cante jondo, el más flamenco de todos, el que sabe llegar al alma. Es la voz humana la que llega a nuestros oídos, en unos fandanguillos, en unas guajiras, en unas milongas y en medias granadinas. Aquilino, para quien fueron las aclamaciones más entusiastas, tuvo que saludar repetidamente desde el centro del anillo.”
Y comenta que tras su segunda actuación Aquilino fue sacado en hombros de la plaza de toros por entusiastas admiradores. Aquilino es, sin dudas, la gran atracción en cualquier evento taurino donde se presente.
Una búsqueda en la prensa española entre 1932 y 1941, principalmente los periódicos ABC, El Heraldo, La Vanguardia, El Día Gráfico (Barcelona), El Liberal (Sevilla) y otros periódicos locales- arroja cientos de referencias al Negro Aquilino y sus actuaciones en teatros y plazas de toros, pero también aporta información suficiente para valorar no solo su popularidad, sino también el reconocimiento que conquista entre los cantaores y guitarristas del hoy llamado «flamenco viejo».
Además de ser uno de los polos de rivalidad con Fernando Vilches en la llamada «faceta saxofonista» de lo que algunos consideran la época dorada del cante flamenco, Aquilino tocó con guitarristas legendarios como Sabicas (Agustín Castellón Campos. Pamplona 16.03.1912-Nueva York 04.04.1990) y Manolo de Badajoz (Manuel Álvarez Soruve. Badajoz, 1892 – Madrid, 1962). Actuó junto a la compañía de Pastora Pavón «La Niña de los Peines» (Sevilla, 10 de febrero de 1890 – Sevilla, 10 de febrero de 1890). Aquilino se presentó también importantes ciudades de España en espectáculos de variedades y programas de radio. Actuó con el pianista y compositor Luis Araque en el teatro Unión Jaquesa, de Huesca, y otros donde coincidió también con Vilches, en competitivas presentaciones.
El impacto popular de Aquilino y el reconocimiento de sus colegas provocaron el interés de compositores que le dedicaron varias obras: Luis Araque que le colaboró con frecuencia como pianista, le compuso La eztreya negra (sic), Opera flamenca y Mardita zea tu estampa (sic). Juan Quintero Muñoz y Jesús Fernández Lorenzo compusieron especialmente para Aquilino Calzado el famoso pasodoble En er mundo (sic), según consta en la biografía del primero.
Portada de la partitura del pasodoble «El saxofón humano» de Valeriano Millán, dedicada a Aquilino. (Foto tomada del blog Corrala del Cante)
Grabaciones en España
A partir de 1932, año en que comienza su éxito en la Península Ibérica, los sellos Odeon y Parlophon registran su interacción con los grandes del cante y la guitarra, en una breve, pero notable discografía. Muy interesante resulta que la primera referencia fonográfica de Aquilino, data de 1932 y es un dúo de saxofón imitando el cante y el piano en función acompañante: se trata de un disco de 78 rpm del sello Odeon con Fandanguillos y Guajiras, interpretados por Aquilino y José Manuel (Manolo, Manolito) Beltrán, quien era pianista en Las Estrellas Negras y había llegado a España en el mismo viaje que Aquilino. Al parecer, la grabación se hace en Barcelona, a donde habían llegado Las Estrellas Negras para presentarse por pocos días. En los registros de la Biblioteca Nacional de España se incluye el audio de este disco y se especifica que se encuentra entre los “…discos publicados en los suplementos [catálogos con las producciones más recientes] de julio de 1931 a diciembre de 1932 inclusive p. 45…” por el sello Odeon, es decir, que la fecha muy probable de su grabación, atendiendo al debut de Las Estrellas Negras, debió ser posterior a abril, pero dentro del año 1932.
Presumiblemente, primer disco de Aquilino con el pianista cubano José M. Beltrán, grabado en 1932.
La precisión de este dato permite establecer que en el mismo 1932 coincidieron Aquilino y Fernando Vilches, grabando ambos estilos flamencos con saxofón y acompañamiento de piano o guitarra.
Al año siguiente, en 1933, Aquilino graba 6 temas con Manolo de Badajoz también para Odeon: Milonga, Media granadina, Fandanguillo, Media granadina, Guajiras, Colombianas. Con Sabicas y Rafael Nogales graba en 1936 para el sello Parlophon Media granadina y María Magdalena (por bulerías) y De Santa Cruz y Que se va el vapor, una asturiana por bulerías. Además, el sello Odeon recoge también 2 grabaciones de Aquilino Calzado con orquesta y piano: El saxofóno humano y Viva la virgen.
Pincha aquí para escuchar a Aquilino con Sabicas
Un matrimonio y una incógnita
En el artículo Negros en Madrid, publicado en la revista La Estampa, el 9 de febrero de 1995, Carmen Aguilar, valenciana del barrio de El Carmen, de Carrer de Roteros le contaba al periodista en 1935: “Nos conocimos en el mes de julio [de 1933] en la feria de verano. Le vi negro y le quise… Nos casamos en enero [de 1934], hoy precisamente hace un año en la Iglesia de San Nicolás, en Valencia.”
El periodista afirma: “Aquilino, alegre como un chico, a pesar de su corpulencia, baila de contento, porque está en vísperas de ser papá. Aquilino Calzada es de Masareillo [debió decir Manzanillo], la parte oriental de Cuba. Él ha inventado el cante jondo en el saxófono…”» Esta afirmación del periodista, sugiere que entonces, a nivel popular, se consideraba a Aquilino el introductor del saxo en el cante flamenco.
El pasado año, intentando encontrar en la Iglesia de San Nicolás en Valencia el rastro de la esposa y el posible hijo o hija de Aquilino Calzado, me topé con la frustración: la secretaria me informa que los archivos con las partidas de bautismo y matrimonios de los años 30 fueron destruídos por un incendio en los tiempos de la guerra. Imposible, de momento, encontrar el rastro de ese hijo (o hija?) que Carmen y Aquilino esperaban en febrero de 1935 o sus posibles descendientes.
Langston Hughes, el célebre poeta y novelista afroamericano, en su obra I Wonder As I Wander (Divago mientras vago. Un viaje autobiográfico) dejó testimonio de la presencia de Aquilino Calzada en la España de 1937:
“…una de las estrellas de variedades más populares de Madrid era El Negro Aquilino, un cubano que tocaba tanto jazz como flamenco con el saxofón…” que “llevaba tres meses actuando en el Teatro Calderón y aparecía en el mismo cartel que la famosa Pastora Imperio…”.
Hugues, partidario de la República, había llegado ese año a España como corresponsal del periódico Baltimore Afro-American para informar a la sociedad norteamericana de la realidad de la guerra civil española y especialmente sobre los afronorteamericanos enrolados en las Brigadas Internacionales. Antes había visitado Cuba varias veces, la última en 1931 y entablado con Nicolás Guillén una amistad productiva en términos literarios y culturales.
Aquilino en la portada de la revista española de espectáculo y variedades Tararí, en los años 30.
Lo que sí se sabe es que durante la década de los 30 Aquilino continuó con su espectáculo en plazas de toros y en teatros por toda España. Según el periódico La Vanguardia de Cataluña, en julio de 1939 Aquilino centraba su espectáculo con una orquesta de 25 músicos, varias bailarinas y bailarines, incluyendo el norteamericano John Poly.
Aquilino en La Habana
Los aires de guerra se hicieron realidad en España y en toda Europa a partir de 1 de septiembre 1939 con la invasión alemana a Polonia. El inicio de la segunda contienda bélica mundial saca de Europa a numerosos músicos cubanos que allí trabajaban. Tres meses después Aquilino llega a La Habana con su “cuadrilla” musical de 10 hombres, y el bailaor Rafael Pagán, contratado por la Dirección General Nacional de Deportes. Su famoso espectáculo “de luz y alegría” no era calibrado por la prensa cubana con un acontecimiento musical, sino que lo ubicaba más dentro de la tauromaquia, que entonces se trataba en la prensa en las páginas dedicadas a los deportes.
Aquilino y su cuadrilla –tal era el nombre artístico de la tropa del saxofonista manzanillero- habían salido de Lisboa hacia Nueva York con destino final La Habana. Así lo anuncia el Diario de la Marina en su edición del 17 de diciembre de 1939. La foto de Aquilino y su Cuadrilla, en una abarrotada Plaza de Toros de Madrid y el texto que acompaña elogian el desempeño del cubano.
Tras la llegada, de inmediato realizan ensayos en la finca Los Zapotes, brindando una muestra de su espectáculo a un reducido número de personas, entre las que se encontraban el famoso promotor, manager y periodista Luis Felipe Pincho Gutiérrez y el manager de Aquilino, Adolfo González. Luego se trasladarían al Palacio de los Deportes y al Stadium de La Tropical, donde inicialmente se había previsto la presentación, que, ante la gran expectativa y las exigencias del ruedo, debió trasladarse al stadium de La Polar, ampliado y reacondicionado para acoger el espectáculo taurino-musical del manzanillero y su cuadrilla. Según el titular del Diario de la Marina, tendrá “un debut a toda pompa” y como deferencia especial con la colonia andaluza en Cuba, se anuncia para el 13 de enero una función privada exclusiva para los socios del Centro Andaluz de Cuba.
El Diario de la Marina no ahorra elogios para introducir ante el público cubano al exitoso saxofonista manzanillero:
“Aquilino, el formidable artista cubano, es un verdadero agitador. Salió de Cuba y en España revolucionó todos los centros taurinos y músicos con su música cautivante, su arte inigualable… Se ganó los aplausos y las simpatías de todo un pueblo de cuya alma brota el arte, ya sea el de toros y el del canto jondo, y colmado de glorias regresa a su país natal […] …Aquilino regresa a La Habana y su llegada es motivo de otra revolución […] – escribe el columnista anónimo en el Diario de la Marina, al tiempo que destaca que “ha sido motivo del más grande revuelo que ha sacudido a los círculos radiofónicos cubanos en muchos años.”
La magnitud del espectáculo puede calcularse por la confirmación de que participará una orquesta integrada por 35 profesores, acompañando al famoso “Saxofón Humano”, lo que implica la inclusión de músicos locales, en adición a los que podrían integrar la “cuadrilla” que viajó desde España.
Foto publicada en revista cubana Bohemia, el 11 de febrero de 1940, en ocasión del debut de Aquilino y su Cuadrilla en La Habana.
Aquilino comenta a un periodista el repertorio que prevén interpretar: “Sitio de Zaragoza, de Cristóbal Oudrid; Viva la virgen, de Valeriano Millar, escrita por su autor especialmente para homenajear a quien el compositor español llama «El saxofón humano»”. La noticia destaca la aclaración de Aquilino en cuanto a su rol de compositor: “Fantasía andaluza; Rondeña (aire de la sierra); Palucha (una guajira bellísima), Mi fandanga (otra fantasía andaluza), Aires de Almodóvar (fandango), Bulerías, Que se va el vapor, El querer de una mujer, Media granaína, etc. Y no seguimos la relación, porque sería materialmente imposible anotar todas las obras que ha escrito Aquilino.” Triana, las sevillanas del filme Morena clara y España cañí, fueron otros de la canciones del programa.
Postal de promoción de Aquilino en La Habana como artista exclusivo de la Cadena Radial Crusellas. Ca. 1940.
Aquilino y su cuadrilla debutan en el Stadium de La Polar, en La Habana, el 4 de febrero de 1940. El bailaor Rafael Pagán y su hija Conchita junto a 5 bailarines animan también el espectáculo, en que se lidiaron 2 toros traídos de Pinar de Río y el exboxeador y combatiente de la Guerra Civil Española, Isidro Díaz Gener, conocido como Fandanguillo, actuó de banderillero. Aquilino ofreció al menos 6 singulares corridas calificadas como “músico-taurinas y bailables” en el campo de La Polar convertido en improvisada plaza de toros.
El Deportivo Centro Gallego de La Habana contrató a Aquilino con su cuadrilla para amenizar la Verbena de las Flores, junto a la orquesta Hermanos Martínez, el Septeto Nacional y el Quinteto Tomé. El 8 de mayo se presentó en el cine-teatro Vedado, en la calle B entre 27 y 29, y el 15 del mismo mes, en la verbena Carnaval Rotario en el Centro Gallego, compartiendo cartel con las orquestas de Cheo Belén Puig, Maravillas de Arcaño; Septeto Casino, Nacional de Ignacio Piñeiro, Típico Habanero y el Quinteto Tomé. Realizó otras presentaciones en el cine-teatro Cervantes a finales de junio de 1940, cuando, al parecer, concluyó sus actuaciones en Cuba.
Grabaciones en La Habana
En Cuba, Aquilino y su cuadrilla grabaron 8 temas recogidos en 4 discos de 78 rpm para la marca RCA Victor: el 13 de mayo de 1940 graban Granadina y En er mundo (disco V 83083); dos días después, Garrotín, que se publica en el disco V 83380 junto al pasodoble Risas, grabado el 12 de febrero de 1941. El 14 de febrero de ese año graba otros dos pasodobles: Por sevillanas y Toros (V 83427) y el 18 de junio de 1941, El sitio de Zaragoza y Recuerdos de Zaragoza (V 83613).
Pincha aquí para escuchar a Aquilino y su Cuadrilla en el pasodoble En er mundo.
Según testimonio del saxofonista cubano David Zamora, los viejos músicos de Manzanillo comentaban que Aquilino tocó en su ciudad natal con su cuadrilla, en medio de incompresiones acerca del modo en que interpretaba los géneros de la música cubana. Plantó bandera en lo que se le consideraba y era virtuoso: en el flamenco y los pasodobles. Se subió a la glorieta del parque principal y se hizo justicia a sí mismo mientras la orquesta le acompañaba con sus aires españoles.
Tras sus presentaciones en Cuba, Aquilino desaparece de la prensa en España y Cuba. Gestiones realizadas en el Consulado de Brasil lo ubican en Buenos Aires en 1944, solicitando entrada a Brasil como turista en Río de Janiero; y en una entrevista de Ángel Zubieta, capitán del equipo de futbol argentino San Lorenzo de Almagro con el diario Pueblo el 18 de diciembre de 1946, comenta que es dueño del bar bonaerense La Alameda donde tiene al Negro Aquilino y su orquesta amenizando las veladas.
Aquilino Calzado en el programa Jueves de Partagás de CMQ TV en La Habana, en 1956. Foto dedicada a Paquito D’Rivera «con cariño al saxofonista más pequeño del mundo. Aquilino, 1956» (Copia digital del original tomada de Colección Gladys Palmera)
Hay evidencias de que en 1956 visitó Cuba y se presentó en el programa Jueves de Partagás del CMQ TV. De ese viaje debió ser la foto que le dedicó, fechada en 1956, a un niño que sostenía y tocaba un saxofón hecho a medida: Paquito D’Rivera. Listas de vuelos consultadas, lo ubican en 1956 viajando de La Habana a Port-au-Prince, Haití el 18 de agosto, y de Barranquilla, Colombia al aeropuerto de Tocumen, Panamá el 15 de septiembre.
Aquí se pierde el rastro de Aquilino Calzado, sin que a día de hoy hayamos encontrado algún dato que indique el curso posterior de su vida, pero su huella en la historia del flamenco y del espectáculo ligado a la vida taurina en España, a día de hoy, sigue siendo indeleble.
Por Rosa Marquetti Torres
© Rosa Marquetti Torres
Agradecimientos a Tommy Meini, Jaime Jaramillo, Paquito D’Rivera e Ibelis Cabrales.
FUENTES
Fajardo, Ramón: Ernesto Lecuona. Cartas. Tomo I. Pp. 47 y 50. Ediciones Boloña. La Habana. 2012.
Pujol, Jordi: El saxofón humano. Negro Aquilino. El creador del cante jondo en el saxofón. Notas al CD El saxofón humano. Negro Aquilino. El creador del cante jondo en el saxofón y su rival Fernando Vilches “El Profesor”. Fresh Sound Records. Barcelona, España. 2014.
Lista de Pasajeros consultada en www.ancestry.com
García-Herreros, B.: Un nuevo espectáculo artístico-musical «Blac [sic] Star Band» (Banda de Estrellas Negras).
En diario ABC Madrid, España. 19 de abril de 1932. Pag.8.
El Heraldo de Madrid, 18 de octubre de 1932; p. 6. Citado de: Eli Rodríguez, Victoria y Alfonso Rodríguez, María de los Angeles: La música entre Cuba y España. Vol. 2. P. 137.
La Unión. Jaca, 22.03.1934. Citado de: Eli Rodríguez, Victoria y Alfonso Rodríguez, María de los Angeles: La música entre Cuba y España. Vol. 2. P. 138.
El Niño Sabicas. El Negro Aquilino. En Flamenco Barcelona. https://www.flamencobarcelona.org/el-nino-sabicas-y-el-negro-aquilino. Tomado de Negros en Madrid, en La Estampa. España. 09.02.1935.
Hughes, James Langston: Divago mientras vago. Un viaje autobiográfico. Antonio Machado Libros. España.
Blogs Corrala del Cante y Palabras de la Ceiba
Sección Sports. En Diario de la Marina. La Habana, Cuba. 17 de diciembre de 1939. Pag. 20. También: Anónimo:
En las fiestas taurinas que se ofrecerán en el mes de enero no se sacrificarán toros ni caballos. En Diario de la Marina. La Habana, Cuba. 21 de diciembre de 1939. Pag. 19.
Practican Aquilino y su Cuadrilla el grandioso espectáculo que darán en febrero y Será a toda pompa el debut de Aquilino y su Cuadrilla” En Diario de la Marina. La Habana, Cuba. 6 de enero de 1940. Pag.18. y 1 de febrero de 1940. Pag. 17, respectivamente.
Anónimo: Ha revolucionado Aquilino el arte de la tauromaquia. En Diario de la Marina. La Habana, Cuba. 7 de enero de 1940. Pag. 18.
Anónimo: Aquilino y su Cuadrilla están en los ensayos y Se presentará esta tarde al público de La Habana el magnífico espectáculo de Aquilino y los toros. En Diario de la Marina, La Habana. Cuba. 9 de enero de 1940. Pag.19 y 4 de febrero de 1940. Pag. 18, respectivamente.
Anónimo: Se presentará esta tarde al público de La Habana el magnífico espectáculo de Aquilino y los toros. En Diario de la Marina. La Habana, Cuba. 4 de febrero de 1940. Pag. 18.
Diario de la Marina. La Habana, Cuba. 21 de abril de 1940. Pag. 19.
Diario de la Marina. La Habana, Cuba. 9 de junio de 1949. Pag. 10

3 Comentarios
Jaime Jaramillo Suarez
Excelente artículo sobre este saxofonoista cubano que tuvo la visión de introducir este instrumento en el flamenco. La información recogida por Rosa Marquetti Torres de muchas fuentes confiables le imprime un sello de autenticidad y veracidad al escrito sobre este músico, pionero en la música flamenca que, como se puede ver y escuchar actualmente, el uso del saxofón se ha extendido.
Jaime
No deja de ser una vida ¡de película! Gracias, Rosi 🙏🏿
CHICO ALVAREZ PERAZA
Como todo lo que sale de esta estupenda revista, el ensayo sobre el maestro Calzado es de primera talla. Felicito a la Sra. Marquetti Torres por su trabajo y por su dedicación a todo lo que sea cubano. Este próximo 4 de marzo cumplo 78 años y pienso que aún tengo mucho para aprender. Para luego es tarde, pues siga Ud. entonces, informándonos y educándonos. – Chico Alvarez Peraza