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«El Niño» Regueira: un conguero cubano en la historia del folklore afroperuano

Guillermo Nicasio Regueira, El Niño, es el patriarca cubano de una familia de percusionistas peruanos:  la familia Nicasio.  Eso bastaría para destacarlo, pero no es su única contribución:  El Niño Regueira -como también se le llama- es reconocido como el introductor de los instrumentos de parche en el folklore del Perú afro, tal como se conoce hoy.   

La esclavitud negra fue abolida por decreto en Perú el 3 de diciembre de 1854, veintiséis años antes que en Cuba.  En nuestro archipiélago los esclavos y sus descendientes pudieron en algunos casos preservar y en otros recuperar elementos de su religiosidad y su cultura por la vía del sincretismo y ciertos procesos de resistencia identitaria, como es la identificación de los orishas con figuras del santoral católico.  En Perú no ocurrió exactamente así:  el uso de los tambores -considerados paganos- fue prohibido por la Iglesia y también por un edicto en los tiempos del virreinato, a fin de evitar la comunicación a distancia entre los esclavos.  Con los tambores, ellos tocaban el panalivio, un tipo de canción negra, un lamento esclavo donde transmitía los oprobios de su condición, y eso la iglesia y los colonizadores sabían que era un peligro al orden que habían establecido: todo tambor hallado, fue quemado.

Para 1813 desaparece toda referencia del tambor en documentos virreinales y hacia 1850 aparecen las primeras referencias al cajón como instrumento musical. [1] La aparición y supremacía del cajón como instrumento percusivo de identidad peruana estuvo marcada por la urgencia y la necesidad y lo convirtieron en imprescindible en los cantos, ritmos y danzas del folklore negro en Perú. Desde 2001 el cajón peruano ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación.  Y aunque parezca increíble, los negros peruanos no recuperaron sus tambores, en tanto instrumentos de parche, hasta la llegada de un negro cubano a sus tierras, entre 1946 y 1947.

Durante años ha prevalecido un error inexplicable, que se ha reiterado en varias fuentes acerca del país de nacimiento de El Niño Regueira y que ha queda aclarado con la intervención posterior de su propia familia.  Tal error probablemente se origina en la reseña que de él se hace en “Nicomedes Santa Cruz.  Obras completas II. Investigaciones (1958-1991)”:  “Al finalizar la década del cuarenta se hallaba en Lima una Sonora Cubana [sic] dirigida por Benny Bustillos. 

El bongosero llamado Guillermo Regueira, nacido en la Guinea Portuguesa (Africa) criado en Cuba y apodado “El Niño” intimó con Pancho Montserrate [considerado uno de los padres del cajón peruano][2] y a poco hicieron un singular pacto:  El Niño enseñaría a Montserrate a tocar tumba y bongó, mientras éste enseñaría al Niño los secretos de nuestro jaranero cajón.  Trabajaron mucho durante algunos años en estas recíprocas lecciones, pero al fin parece que la cosa no prosperó. Don Pancho Montserrate, como hemos dicho, falleció en 1957. “El Niño” se radicó definitivamente entre nosotros e hizo familia; hoy es un criollazo que “las sabe todas”, no tiene rival en los cueros, pero, que yo sepa, no se le arrima al cajón.”[3]

Esclareciendo sobre la identidad de El Niño

Guillermo Nicasio Regueira, El Niño, había nacido el 14 de diciembre de 1900 en la zona que hoy ocupa la habanera barriada de Pogolotti, en el término municipal de Marianao, en La Habana, sitio ideal en los años de su infancia y juventud para aprender los bailes, toques y cantos litúrgicos lucumíes y afrocubanos en general.  Su nombre real era Guillermo Nicasio Simmons Regueira.  “El padre de mi abuelo “El Niño” era norteamericano, se llamaba William Simmons,-cuenta el percusionista William Nicasio González, Makarito, nieto de El Niño- y trabajaba entonces como chofer del embajador norteamericano en Cuba.  Nuestro verdadero apellido es Simmons, no Nicasio. Lo que ocurrió fue que mi bisabuela en Cuba lo cambió en los papeles para que el padre norteamericano no se lo llevara a Estados Unidos, haciendo que su segundo nombre apareciera como su primer apellido. Al llegar mi abuelo a Perú,  así se quedó en él y en los sucesores.  Nosotros aquí somos de apellido Nicasio, pero toda mi familia en Cuba es de apellido Simmons, y viven todavía en Pogolotti.”[4]

Guillermo «El Niño» Nicasio Regueira con sus tumbadoras en Lima, Perú. Foto Cortesía William Nicasio González.

Al llegar a Perú El Niño se enamoró de la tierra incaica y también de Sabina Febres Gadea, “La Gata”, cantante de música criolla y bailarina de marinera limeña, un baile de salón, en pareja abierta, considerado el más popular del Perú costero. 

Todas las fuentes, incluídas las familiares, coinciden en que El Niño llega a Perú como parte de la orquesta Habana Cubans, que lideraba el trompetista cubano Benitín Bustillo.  Como parte del Conjunto de Arsenio Rodríguez en sus formaciones iniciales, Benitín Bustillo, Benny, figura como segunda trompeta en las grabaciones realizadas por el Ciego Maravilloso y su conjunto en La Habana, en septiembre de 1943, pero casi tres años después, en junio de 1946, Bustillo abandona la formación de Arsenio[5], probablemente por algo que consideró una mejor oferta -una gira por Suramérica.

Casi un mes después, el diario caraqueño El Heraldo, en su edición del 3 de julio de ese año anuncia a Benitín Bustillo actuando en el club nocturno Le Canari como parte del “conjunto radio-artístico-musical” Estrellas Negras, que encabezaba la bailarina Rayito de Sol e integraban, según la reseña, “…Benny Bustillos, premiado en Cuba con la trompeta de oro; el cantante Reinaldo Valdés “El Jabao”, la canción hecha alma; González Fontanillo, el prodigio del teclado [podría tratarse del gran pianista Rubén González Fontanills, quien también había sido pianista de Arsenio]; Nilo Alfonso “el bajo atómico”, Albio Cedeño, el príncipe de la trompeta, el famoso coro de voces de “batá” Pedro Díaz y los hermanos [Virgilio y Eloy] Martí, y  el folklórico bailarín “Niño” Regueira.” Remataba el anuncio asegurando que se trataba del “primer conjunto afro-cubano en jira [sic] por Suramérica.”[6]

Anuncio en «El Heraldo» de Caracas, Venezuela, publicado el 3 de junio de 1946.(Tomado del blog Heremoteca Música Venezolana)

Es ésta la primera evidencia que encuentro acerca de El Niño Regueira y su presencia en América del Sur. Con Benitín Bustillo después de Venezuela estuvo en Argentina, hasta que llegó a Perú, cerca de 1946 ó 1947.

Los aportes de El Niño Regueira

Su nieto William Nicasio, afirma que gracias al cubano El Niño se recuperaron y reincorporaron los instrumentos de parche a la música afroperuana.  “Con la conquista, al llegar los esclavos a Perú, se les privó de cualquier medio de comunicación, al igual que ocurrió en muchos otros sitos donde hubo esclavitud -explica William Nicasio-.  Se les privó de todo:  religión, tambores, cualquier cosa con la que se pudieran comunicar entre sí.  El esclavo al llegar al Nuevo Mundo tuvo que reinventar sus tambores con la materia prima que había y que tenía:  ahí nacen el cajón, la cajita, la quijada, la carrasca, las tablitas, el cencerro, que fueron los instrumentos de percusión que sonaron para la música afroperuana, más las guitarras, y las voces, pues no había instrumentos de parche. 

Al llegar a Perú, mi abuelo se junta con los patriarcas y las familias ancestrales afroperuanas, como los Santa Cruz [Nicomedes, Victoria, Pedro], los Vázquez, los de la Colina, Ronaldo Campos, “Caitro” Soto[7], Nicomedes Santa Cruz, Abelardo Vázquez, “Pipo”… y es cuando invitan a mi abuelo a enseñar algunos golpes [toques] de cuero.  La música afroperuana, con la llegada de mi abuelo, adopta los instrumentos netamente cubanos de percusión: la tumbadora y el bongó, que pasaron a hacer parte de la nueva sonoridad de la música afroperuana.”

La investigadora norteamericana Heidi Carolyn Feldman, en su libro Black Rhythms of Perú. Reviving African Musical Heritage in the Black Pacific, ratifica la afirmación de Makarito y reseña la participación de El Niño Regueira desde los inicios:   asegura que cerca de 1950, probablemente durante la estancia del cubano en Caracas, el poeta y periodista Juan Liscano grabó una actuación de El Niño interpretando Canto a Elegguá, con un grupo de tambores batá con el que se encontraba de gira y que debió ser el que se anunciaba formando parte del conjunto Estrellas Negras.[8]    Serán los toques y cantos a Elegguá  de los primeros que El Niño enseñaría al folklorista y decimista Nicomedes Santa Cruz (Lima, 4.6.1925 – Madrid, 5.2.1992) y también y a quienes años después serían los integrantes de Perú Negro.

En su citado libro, Feldman asegura:  “La integración de los instrumentos y ritmos afrocubanos se logró con el conocimiento y el entusiasmo del bongosero cubano Guillermo “El Niño” Nicasio Regueira (que primero trabajó con Ronaldo Campos en la compañía Cumanana de Nicomedes Santa Cruz) y después de Macario Nicasio, el hijo de Guillermo “El Niño”, conocido como Macario.  Ambos ayudaron a integrar los instrumentos y ritmos cubanos dentro de los arreglos de percusión afroperuanos de Perú Negro adaptando y codificando las partes correspondientes a la tumbadora y el bongó en cada género.”[9] Feldman asegura que así, Perú Negro alteró e indigenizó los ritmos e instrumentos afrocubanos como parte del nuevo y más completo panorama del ámbito percusivo para acompañar los géneros afroperuanos.[10]

El Niño colaboró con ellos “…creando los patrones de acompañamiento rítmico para revivir los géneros afro-peruanos.  Enseñó a los miembros de Perú Negro una serie de cantos religiosos provenientes de Cuba, y les ayudó a adaptar los patrones rítmicos tonales de acompañamiento a los instrumentos de percusión cubana que estaban disponibles en Perú en ese momento.  Les enseñó también la coreografía de los bailes [según William Nicasio los combinó con el vichiló, una danza afroperuana][11] y les explicó el significado de Elegguá, pero nunca les reveló lo que querían decir las letras de aquellos cantos.  Probablemente, como ocurre con muchos practicantes religiosos que incorporan cantos litúrgicos en otros idiomas o en lenguas ancestrales, “El Niño” pudo no saber exactamente cuál era su traducción.

La historia peruana de “Canto a Elegguá” es una expresión particularmente interesante de la doble conciencia del Pacífico Negro, porque, a pesar de que su contexto ritual no existe en Perú, es parte del canon de folklore que la agrupación Perú Negro desarrolló en los años 70.  El coreógrafo y fundador de Perú Negro Lalo Izquierdo confirmó la labor didáctica de “El Niño” en relación con este canto y su significado.”[12]

Williams Nicasio afirma que los primeros patrones que se utilizaron en las tumbadoras dentro de la música afroperuana son netamente cubanos:  el golpe de palo, para el festejo (danza representantiva del negro criollo en la costa peruana, creada por los esclavos traídos del Congo, Angola y Mozambique) y el de los tambores batá, que es el chachalokafun, para las danzas.  “Esos fueron los primeros golpes [toques] que mi abuelo brindó para la música afroperuana.  Hay un disco donde se grabaron por primera vez tambores de parche: el LP “Canto negro”, de Nicomedes Santa Cruz, donde la introducción y el primer tema de ese LP es un canto abakuá (Eribo maka maka, eribo, eribo maka chévere), y quien lo canta es mi abuelo El Niño, al tiempo que Nicomedes recita una de sus décimas.En ese disco también toca mi padre Macario Nicasio.”[13]

Pincha aquí para escuchar Ritmos negros, introducción al disco Canto Negro de Nicomedes Santa Cruz, y donde canta y toca El Niño Regueira

Con estas y otras investigaciones, Feldman ha podido demostrar que algunas manifestaciones de origen litúrgico incorporadas en la música afroperuana no llegaron a Perú directamente desde Africa, sino a través de Cuba, gracias a la labor de Guillermo Nicasio Regueira, El Niño, presente en las más relevantes agrupaciones del folklore afroperuano:  el Conjunto Cumanana de Nicomedes Santa Cruz y la agrupación Perú Negro.

Con Nicomedes Santa Cruz, El Niño Regueira graba en el LP Cumanana, publicado en 1970.  El músico e investigador Rafael Santa Cruz, en su libro El cajón peruano elogia el notable desempeño de El Niño en ese disco, concretamente en el tema Samba malató.[14]  

En las fuentes consultadas, el nombre de Guillermo “El Niño” Nicasio aparece, como tumbador o conguero, en la primera generación de Perú Negro, la agrupación creada el 26 de febrero de 1969 por Ronaldo Campos (cajón y bailarín), Orlando “Lalo” Izquierdo, Víctor “Raúl” Padilla y Rodolfo Arteaga (bailarines).    Según Feldman, otros miembros fundadores fueron “Pititi” Sirio (cajón y bailarín), Julio “Chocolate” Algendones (bongó), Sonia de la Cruz, María Laguna, Elizabeth Carrillo, Gilberto Bramón, Felipe Carrillo y Manuel Donayre.  Además, Linder Góngora (primera guitarra), Isidoro Izquierdo (segunda guitarra), Orlando Soto (quijada y cencerro), Caitro Soto y Lucila Campos (voces), y los bailarines Esperanza Campos, Pilar de la Cruz, Sara de la Cruz.[15]

Según Feldman, la contribución de El Niño y de su hijo Macario Nicasio Febres permitió normalizar el uso de tambores y otros instrumentos de percusión afrolatinos como parte del folklore afroperuano, lo que posibilitó reforzar el papel del cajón, trayendo de vuelta la sonoridad de sus orígenes africanos.[16]

Con el programa «Y la Tierra se hizo nuestra» creado por el poeta César Calvo, con la colaboración de Guillermo Thorndicke y la compositora e intérprete Chabuca Granda, la agrupación Perú Negro obtuvo en octubre de 1969 el Gran Premio en el Festival Hispanoamericano de la Danza y la Canción en el Luna Park de Buenos Aires, Argentina.  Tocando tumbadora, el quinto y otros instrumentos,El Niño participa, junto a nombres hoy míticos de la música y la percusión afroperuana como Ronaldo Campos, Julio Algendones y Orlando Campos, en el notable LP Perú Negro, que resultaría del éxito conquistado en ese evento, y que sería publicado por el sello peruano El Virrey en 1973 (VIR-920), dos años después que un accidente de tránsito acabara con la vida de Guillermo Nicasio Regueira, El Niño, el 7 de mayo de 1971.   El Niño vivió en La Victoria, en la capital peruana y nunca más volvió a Cuba.

El legado Nicasio

Patriarca de una familia y de un apellido que se ha dedicado por entero a preservar el papel y lugar de la percusión en la música afroperuana,  El Niño tuvo tres hijos peruanos:  José, que murió siendo aún muy pequeño; Andrés, que se dedicó al futbol y falleció hace 3 años, y Macario, quien continuó el legado en la música afroperuana.

Macario Nicasio adolescente. Tomada del libro citado de Heidi Carolyn Feldman

Macario Nicasio 

Macario Nicasio Febres es considerado uno de los grandes percusionistas peruanos, toda una autoridad de la afropercusión en Perú. Se le conoce en Perú como “El Padre del Tambor”.  Desde los tambores es considerado un referente, cuya labor pedagógica ha sido altamente valorada.  Se destaca su impresionante sentido rítmico, con el que ha participado en agrupaciones folklóricas, experimentales y salseros. Macario refiere tocar tambores desde los tres años, según le contó su madre. El padre le advirtió que le gustaba la música tenía que estudiarla.  “Yo no aprendí a leer música, pero tú tendrás que aprender”.  Estudió batería en el conservatorio, pero se dedicó mucho más a la afropercusión.  Con 14 años empezó a tocar con orquestas profesionales peruanas: Sonora de Betico Salas, Papo y su Combo Sabroso, Blackie Coronado y su orquesta con Marina Lavalle, Sonora Capri de Carlos Manrique, Santa Bárbara Super Star, Peter Delis y muchos otros.  Acompañó a Olga Guillot en algunas de sus presentaciones en Perú.

Como su padre, Macario Nicasio también fue parte de Perú Negro. Ingresó en 1970, y con la agrupación viajó el mundo y estuvo dos veces en Cuba.

William Nicasio González, «Makarito». Tomado del blog musicacriolla.pe

Su hijo William Nicasio González, conocido como Makarito ha continuado el legado de El Niño y de Macario.  Percusionista destacado, toca cajón, tumbadora, bongó y todos los instrumentos de la percusión afroperuana.  Baila y zapatea.  Con dieciseis años ingresó en el legendario Perú Negro, donde tuvo un importante aprendizaje y enriquecimiento, al tocar con maestros percusionistas y viajar con ellos por el mundo:  Eva Ayllón, Alex Acuña, “Los Hijos del Sol”, Carlos Santana, Pepe Vásquez, Cecilia Barraza y el “Teatro del Milenio”. Ha integrado bandas que han sido influyentes en su país, como “Del pueblo, del barrio”, “La Timba Criolla” y “AfroPerú”. Al igual que su padre, Makarito destaca por su labor pedagógica acerca del cajón y la percusión. Miembr del Miraflores Percussion Ensemble Project, fundado por Rafael Santa Cruz, y es co-director del proyecto Perkutao[17], además de involucrarse en proyectos infantiles y con adultos mayores, todo mantener viva la tradición musical afroperuana.

Pincha aquí para ver a Rocío Nicasio en un duelo de cajones peruanos

Rocío Nicasio González, es la única mujer que ha continuado la defensa del legado en la familia Nicasio. Nieta de El Niño, hija de Macario Nicasio y hermana de Makarito, toca cajón, tumbadora, bongó, baila y zapatea.  Hizo parte también de  Perú Negro. Ha sido bailarina de Cecilia Barrasa y también sigue el camino de la docencia, enseñando a los niños y jóvenes a tocar y zapatear, como parte de la defensa del legado iniciado por El Niño Regueira cuando en las calles de Pogolotti, en La Habana, Cuba, aprendió a sacarle el mejor sonido a los cueros.

 

Abakuá y devoto de la religión yoruba,  asimiló también la católica y, en sus expresiones peruanas.  Fue honrado al ser elegido en Lima por sus hermanos devotos como cargador de la cuadrilla 11 en las sagradas andas del Señor de los Milagros, el Cristo moreno que fue pintado por un negro de Angola en los tiempos del virreynato, y una de las tradiciones afroperuanas más persistentes en la religion catolica  en Perú.  Fue referente y apoyo a todo artista cubano que llegaba a Perú y, por su prestigió solicitaban en muchos casos su respaldo en la percusión afrocubana. Tal es el caso de Dámaso Pérez Prado, Olga Guillot, Machito y muchos otros. El Niño Regueira ha sido reconocido  como un gran percusionista, coreógrafo y bailarín, productor y promotor de los ritmos afro en Perú.

Los restos de Guillermo «El Niño» Nicasio Regueira reposan en el Cementerio de El Angel, en Lima, Perú.

 

 

Agradecimientos especiales al profesor Raúl Fernández, por la idea y su gran colaboración; a William Nicasio González por su inestimable ayuda; y al músico y compositor cubano Juan Ballestero, que hizo posible la localización y contacto en Lima, Perú, de los descendientes peruanos de Guillermo “El Niño” Nicasio Regueira.

Los datos relativos al nacimiento y muerte de El Niño Regueira han sido aportados por su familia peruana.

NOTAS

[1] Pirwalla. Música andina, amazónica y afroperuana. Cuaderno didáctico. Junta de Castilla y León. Pag. 14

[2] Nota de la autora

[3] Nicomedes Santa Cruz:  Obras completas II. Investigaciones (1958-1991). LibrosEnRed. 2004. Pag. 28

[4] Entrevista de la autora   William Nicasio González, nieto de El Niño Regueira. 15 de noviembre de 2019.

[5] Cristóbal Díaz Ayala:  Cuba canta y baila. Enciclopedia Discográfica de la Música Cubana /Arsenio Rodríguez.

[6] http://hemerotecamusicavenezolana.blogspot.cocm/search?q=bustillo

[7] Pedro Carlos Soto de la Colina “Caitro”.  Uno de los grandes virtuosos del cajón afroperuano, fue acompañante de Chabuca Granda y quien le hizo la demostración a Paco de Lucía, en su visita a Lima en los años 70, le obsequia un cajón que Paco llevará a España y lo introducirá en el flamenco.

[8] Heidi Carolyn Feldman:  Black Rhythms of Perú. Reviving African Musical Heritage in the Black Pacific. Wesleyan University Press. Middletown, Connecticut. USA. 2006. Pag. 158

[9] Entrevista de Heidi Carolyn Feldman con Juan C. Vázquez “Juanchi”. Lima, 4 de febrero de 2000.

[10] Heidy Carolyn Feldman: ob.cit. pag. 148

[11] Nota de la autora

[12] Idem.

[13] Entrevista de la autora a William Nicasio González.  26 de diciembre de 2018.

[14] Rafael Santa Cruz:  El cajón afro-peruano.  Cocodrilo Verde Ediciones. Perú. 2004. Pag.46

[15] Heidi Carolyn Feldman: ob.cit. Pp. 132, 275n y 276n

[16] Heidi Carolyn Feldman: ob.cit. Pag. 160

[17] Datos tomados de MEINL Percussion.

Alquízar, Cuba. Soy una apasionada de la historia de la música y los músicos cubanos, de la memoria histórica y de asegurar su presencia historiográfica en las redes. Me gusta la investigación. Trabajo además en temas de propiedad intelectual y derechos de autor. Escucho toda la música... y adoro....la buena. Desmemoriados... es la interaccción. Todos los artículos son de mi autoría, pero de ustedes depende que sean enriquecidos.

35 Comentarios

  • Jaime Jaramillo

    Rosa Marquetti, con sus escritos sobre la música cubana en temas que, previamente no se han abordado y escrito tan prolíficamente, se ha establecido como una de las grandes figuras de la literatura investigativa musical cubana. Este nuevo estudio revela, para muchos que no estamos familiarizados con este tema, el origen de los tambores en la música afroperuana que habían desaparecido del folklore de Perú habiendo sido reemplazados por el cajón.
    Esta investigación se centra en el aporte esencial del cubano Guillermo Nicasio «El Niño» Regueira y sus descendientes y la cantidad de valiosos datos extraído de libros, documentos, grabaciones de diferentes fuentes.
    Solo deseamos que las deidades de nuestras religiones conserven a nuestra Rosa por muchos años para que siga alimentando nuestras ansias de conocimiento sobre estos temas tan maravillosos

    Jaime Jaramillo Suarez- Desde Envigado, Colombia

  • Osmel Reyes

    Hola Rosa, super interesante esta nueva investigación. Entiendo ahora lo que ocurrió, o más bien, lo que no ocurrió con el parche en la música folklórica afroperuana, y en alguna medida el porqué del lugar que ocupó el cajón. Se agradecen tanto estos trabajos tuyos que nos ayudan a descubrir estas interrelaciones y al final a entender cómo esos espacios han sido cubiertos por personajes semi o completamente olvidados. Afortunadamente tú les vas dando vida con cada entry. Es MUY valioso el trabajo que haces Rosa, gracias

  • Rosa Marquetti Torres

    Gracias, Osmel, mi fiel lector de Desmemoriados y ya amigo. Este es un tema que merece una profundidad aún mayor. Lo que ocurre es que no tengo posibilidades de disponer de las herramientas y recursos necesarios para ello. Aun así, estará el tema abierto para nuevos enriquecimientos y aportes. Gracias por leer y opinar

  • Alfonso Nieto G.

    Rosa, como siempre es un placer leerte. Muy interesante investigación sobre el «Niño» Regueira y su fundamental aporte a la música afroperuana. Un vez más, nos abres los ojos al mundo del desarrollo musical de nuestros pueblos. Una aclaración con valiosos documentos testimoniales para entender nuestra realidad. Gracias !!!

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchas gracias, Alfonso. Me alegra que te haya sido útil este trabajo tan complicado y difícil de investigar desde la distancia.

  • juan jose sedano aparicio

    Excelente trabajo de investigación, no tuve la suerte de conocer a maestro El Niño, pero si a su esposa Sabina Febres, y por consiguiente soy muy amigo de Macario y mi sobrino como lo llamo a Macarito, gran familia musical valen un Perú.

  • Gerardo Regalado Regalado

    Es un grande, nunca mejor ponderado…tuve el inmenso hunor de compartir escenario con él. Excelente invstigación, felicitaciones.

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchas gracias, Gerardo, por su valioso comentario. Por favor, sería maravilloso si pudiera compartirnos algunos recuerdos suyos sobre El Niño Regueira, tener un testimonio así, de primera mano, es invaluable.

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchas gracias, Juan José, por leer y comentar. Gracias por sus referenciad testimoniales sobre esa gran familia musical afroperuana.

  • Genaro Oriz

    definitivamente invaluable la gran informacion de este trabajo muy detallado que muy pocas personas conocian tuve la suerte de ser amigo de Makario en su juventud y tambien conoci a su padre el Niño y lo llegue a ver tocar sabia de su aporte a la musica Afro Peruana todos los golpes especialmente los del Lando son creacciones del Niño y la letra de Samba Malato donde se canta algo de la liturgia Yoruba (orisha) eso tambien es de el..al igual los cantos Abakua, Makario fue el primer congero Peruano con independencia de manos mi amigo mi mentor …saludos Genaro Ortiz (oni chango) omo Aña

  • Rosa Marquetti Torres

    Gracias Richard. Este es mi blog personal, fundadobpor mi y todos los textos son investigados y escritos por mi: soy Rosa Marquetti

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchas gracias por leer y opinar, Gerardo. Podria comentarnos sobre su trabajo con El Niño Regueira, por favor?

  • richard rolley ortiz

    Hola..tremenda imformacion…gracias a las personas encargadas por esta imformacion…y a la familia Nicasio por darnos tan buena cultura musical…muy bien..saludos.

  • juanitovalientemartinez

    ES SORPRENDENTE LA FUNCIÓN QUE CUMPLEN LAS REDES SOCIALES EN ESTA PARTE DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
    CONOCER DE CERCA LA LABORIOSA ACCIÓN DE BÚSQUEDA E INVESTIGACIÓN COMO LA QUE DESARROLLA ROSITA MARQUETTI, ES UNA VERDADERA FORTUNA, PORQUE ACERCA A LA GENTE QUE ACCEDE A ESTA PÁGINA A ESA PARTE DE LA HISTORIA QUE MUCHOS DESCONOCEN.
    AQUÍ, EL SUSCRITO, SE SIENTE HONRADO, AFORTUNADO Y COMPLACIDO POR CONTACTAR CON USTED Y EXPRESARLE QUE UNO DE LOS PERSONAJES ARTÍSTICOS QUE CONOCÍ DESDE QUE TUVE USO DE RAZÓN, FUE LA DE MI TIO, EL GENIAL «NIÑO», HACIENDO MÚSICA O PERCUTANDO SUS ANCESTRALES INSTRUMENTOS. Y LO VI Y OI, ALLÁ POR EL AÑO 1948 Ó 1949, EN EL SALÓN DEL FONDO DE LA CASA, ALLÁ EN EL BARRIO OBRERO DE LA VICTORIA, LIMA PERÚ… LUGAR TAMBIÉN DONDE NACÍ, CRECÍ Y CONOCÍ A MUCHOS PAISANOS DE «EL NIÑO».
    INCLUSO, PARA MAYOR ABUNDAMIENTO, MI TÍA TERESA MARCELA MARTÍNEZ TABACCHI, (HERMANA ÚNICA DE MI MADRE, PETRONILA «PETITA» MARTÍNEZ TABACCHI) TUVO UNA RELACIÓN AMOROSA CON EL BAJISTA DE LA «HABANA CUBAN’S BOYS», (QUE ERA LA DENOMINACIÓN CON LA CUAL SE DIERON A CONOCER CUANDO LLEGARON A LIMA, BAJO EL LIDERAZGO DEL GRAN BENNY BUSTILLOS. MI TÍA TERESITA SE CASÓ CON NILO Y ÉSTE DESPUÉS, SE SEPARÓ DEL GRUPO Y VIAJÓ A CHILE, DONDE FALLECIÓ AÑOS DESPUÉS.
    MI TÍA SABINA, SIEMPRE NOS HABLABA Y COMENTABA (COMO PARA QUE NUNCA LO OLVIDÁRAMOS) QUE ELLA HABÍA CONOCIDO MUY DE CERCA A MUCHOS ARTISTAS CUBANOS.
    PERSONALMENTE, ME CONSTA HABER TENIDO EN CASA, LA VISITA DE LA GRAN OLGA GUILLOT, QUE APRECIABA MUCHO AL NIÑO. DICHARACHERA Y EXTROVERTIDA, OLGA Y SABINA SE ENFRASCARON EN REMINISCENCIAS INTERMINABLES.
    TAMBIÉN NOS VISITARON UNAS MONUMENTALES MOROCHAS, BAILARINAS CUBANAS, CONOCIDAS COMO «LAS DOLLY SISTERS».
    ESTO, POR CITAR SÓLO ALGUNAS ANÉCDOTAS DE LAS QUE, POR MI INCIPIENTE EDAD, SE PIERDEN EN EL RECUERDO.
    LO QUE NO SE BORRÓ JAMÁS DE MI MENTE, FUE AQUELLA VEZ EN QUE, EN EL SALÓN DEL FONDO DE LA CASA, ALLÁ EN EL BARRIO OBRERO (QUE DICHO SEA, NO ERA PRECISAMENTE UNA MANSIÓN, SINO TODO LO CONTRARIO) NO SÉ CÓMO ENTRARON TANTOS CUBANOS QUE ARMADOS DE SUS INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN ESBOZARON LO QUE, DESPUÉS NOS EXPLICARON, FUE UNA SESIÓN DE SANTERÍA…. Y LO MÁS IMPRESIONANTE, «EL NIÑO» CON LA TAMBORA Y OTRO PAISANO DE ÉL, ENFUNDADO EN UNA ESPECIE DE DISFRAZ CONFECCIONADO CON UNA ESPECIE DE PAJA SECA, QUE EN EL MOMENTO CULMINANTE, ENTRE CÁNTICOS, HUMO DE TABACO Y RON, PARECÍA POSEÍDO, DANDO SALTOS, CONTORNEÁNDOSE DE ACÁ PARA ALLÁ Y CREANDO UN AMBIENTE EN EL QUE TODOS PARTICIPABAN, AL COMPÁS DEL TAM-TAM E INVOCACIONES EN ÑÁÑIGO. FUE UNA TARDE MÁGICA QUE DURÓ VARIAS HORAS!!
    Y ESTO, NO ME LO CONTARON… LO VIVÍ ÍNTEGRAMENTE Y SE GRABÓ EN MI VIDA.
    MI TIO NIÑO, SE QUEDA EN LIMA, SE ENAMORA DE MI TÍA SABINA (PRIMA HERMANA DE MI MAMÁ) Y VIVE, PRIMERO, EN EL BARRIO «EL PORVENIR»… DESPUÉS SE MUDA MÁS CERCA DE MI CASA, AL FRENTE, EN LO QUE SE CONOCE «EL PALOMAR», VETUSTO EDIFICIO, UBICADO ENTRE EL JR. GARCÍA NARANJO Y RAYMONDI… «EL NIÑO» Y MI TÍA SABINA, VIVIERON EN LA PRIMERA QUINTA, PRIMER PISO… ALLÍ NOS JUNTÁBAMOS PARA TOCAR, CASI TODOS LOS DÍAS, CON EL MACARIO, QUE DESDE PEQUEÑO YA TOCABA CON SORPRENDENTE HABILIDAD EL BONGÓ.
    DE SU PRIMER COMPROMISO, MI TÍA SABINA FEBRES GADEA, TAMBIÉN TUVO A ENRIQUE D’GREGORI FEBRES, MI PRIMO, A QUIEN LE DECÍAMOS «CHOLO GRANDE»…. CON EL CHOLO, MACARIO, MI HERMANO FELIX VICENTE Y EL SUSCRITO, ARMÁBAMOS CADA TUMBAO, QUE ALLÁ EN LA VICTORIA , NOS LLEGÓ A IDENTIFICAR.
    ESTE AÑO, CUMPLO 75 AÑOS Y AGRADEZCO A LA VIDA HABER TENIDO LA OPORTUNIDAD DE CRECER AL LADO DE UN ARTISTA CUBANO, FUERA DE SERIE… UN PREDESTINADO PARA LOS RITMOS… AFORTUNADO TAMBIÉN PORQUE ME PERMITIÓ LLEVARLE EL MALETÍN CON SU BONGÓ Y CAMPANA, HASTA EL JIRÓN LUNA PIZARRO, 4TA. CUADRA, (CASI ESQUINA CON 28 DE JULIO) DONDE QUEDABA LA SEDE DE LA ORQUESTA ROBERTO MORI. Y ASI, PUDE ACOMPAÑARLO A VARIOS COMPROMISOS SOCIALES Y EN UNOS CARNAVALES, A FALTA DEL ENCARGADO DEL CORO Y HUIRO, TOMÉ EL PUESTO CON SU ANUENCIA Y DEBUTÉ EN UNA FIESTA DE CARNAVALES, EN BARRANCO, ALLÁ POR EL AÑO 1957.
    POR AHORA, CREO QUE ES SUFICIENTE… SI ESTOS DATOS REFUERZA SU TRABAJO, ME SENTIRÉ MÁS QUE COMPLACIDO.
    ESPERO NO HABERLA MOLESTADO.
    GRACIAS POR EL ESPACIO.
    ESTOY A SU DISPOSICIÓN.
    SU ATENTO SERVIDOR,
    JUAN ANTONIO VALIENTE MARTÍNEZ (javalientemartinez@gmail.com) . Movil: 944 021852

  • Rosa Marquetti Torres

    Estimado Juan Antonio: No imagina cuánto agradezco su detallado comentario, que viene a enriquecer mucho los datos que pude obtener sobre El Niño Regueira, gracias, en primer lugar a su nieto Makarito y a otros investigadores que me antecedieron en la labor de registrar su huella en el folklore afroperuano. Este tipo de aportes, como el que hace usted, son los que más aprecio en mi blog Desmemoriados, porque complementan de primera mano las historias que aquí comparto. Le reitero mi agradecimiento y me permito preguntarle si conserva usted fotos del Niño y Sabina, que pudiera compartirnos, para enriquecer el complemento visual de este trabajo. Gracias una vez más!

  • Pedro

    Hola, me gustaría saber la fecha exacta de la publicación del artículo para un trabajo de investigación. Para un futuro debería incluirla en la mayoría de sus aportes ya que otorga la posibilidad de citarlos correctamente. Muchas gracias.

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchas gracias, Pedro. Tomo nota de su sugerencia. Me parece acertada. La fecha de publicación de mi texto sobre El Niño Regueira es 17 de noviembre de 2019.

  • Raysa Carriera

    Gracias a las redes sociales ya tenemos comunicación, su familia de Perú y su familia de aquí de Cuba,, muchas gracias a mi tío Macario.y a mis primos.

  • Guillermo Torres Simmons

    antes de todo un cordial saludo. y muchas gracias por todo lo bien explicado que esta la vida de mi padre William Simmons. El niño. yo soy sobrino de el. Y quiciera hacer un aporte a esta biografía. El estaba catalogado el mejor bongocero y rumbero de la época. También el mejor bailarín afrocubano. y fue el único que subió y bajo la escalinata de la universidad de la habana baylando. abakua ya que el tenia un cargo prestigioso en la religión abakua. Que es una secta secreta. Para hombres. a un en la actualidad se sigue hablando de él. Pues bien el cuando salió de cuba. tocó con las mulatas del fuego.. también con tongolele. Y en varios cabareces de diferentes países. tenemos constancia. De fotos en Cuba.. Fue muy añorado por toda la familia y amigos. Esperando que algun día bolberlo a ver. Pero el destino nos lo arrebato.. Me llamo William. Y me dicen igual que el el niño. Lo tengo en mi corazón

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchas gracias por su contribución, Guillermo. Me alegra que haya podido leer mi trabajo honrando la memoria de su padre.

  • Raysa Carriera

    Hola a todos mi nombre es Raysa Carriera y mi abuela Maria Simons era la hermana de Willian Simons,él niño como lo quería la familia solo diré que mi tío abuelo no era analfabeto el si fue a la escuela y era nacido del barrio de pogolotti, den marianao mi mama se llama Sergía torres
    Sobrina del niño saludos a todos y me alegró que su legado siga él munfo entero.

  • Rosa Marquetti Torres

    Buenas tardes, Raysa! Tengo la impresión de que usted no leyó mi texto, pues nunca dije que El Niño Regueira, su tío abuelo era analfabeto. Al barrio de Pogolotti, lo menciono como su lugar de nacimiento y donde creció y aprendió los secretos de la percusión afrocubana. Le invito a que se lea lo que ha sido el fruto de mi investigación a lo largo de muchos meses y de buscar durante casi seis meses a Macario y Makarito, su hijo y nieto peruanos, hasta que al fin pude encontrarlos, gracias a la ayuda del músico cubano Juan Ballestero. También yo soy cubana. Y soy la única persona que escribe y mantiene este blog. Gracias por su contribución.

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchas gracias, Guillermo, por su comentario. Fue una pena que nunca pudiera encontrar antes a familiares del Niño Regueira.

  • Raysa Carriera

    Disculpe usted se que a conversado con mi tío Macario y su hijo willians,mas conocido como Macarito mi primo ,y mi tío Willian Torres Simmons solo le deje saber pues aquí en cuba también sabemos su historia y lo que saben en Perú es x mi tío Guillermo.,de todas,maneras me alegraucho que todavía hayan personas que recuerden él legado de mi tío pues es una gran enseñaba par él mundo entero,mis saludos y respeto para usted Rosa Marquetti.

  • Raysa Carriera

    Rosa Marquetti mis respetos ojalá pudiera leer su investigación en cuanto a mi tío abuelo no se aquí en Cuba como me la podría hacer llegar.

  • Felix Valiente Martinez

    Estimada Rosita, doy hermano de Juan Valiente Martínez, me llamo Felix y he leído con mucha atención tus hermosas reminiscencias sobre mi Tío Niño. Un pequeño aporte: a Perú llegaron varios grupos de bailarinas cubanas quienes se hicieron muy conocidas y reconocidas por su gran saber y sabor al bailar la música cubana.
    Uno de los grupos que llegó a Perú y causo gran impacto fue » Las mulatas de fuego», y como siempre la estancia obligada (durante el día) era nuestra casa en el barrio Obrero de la Victoria ya que ellas se alojaban en el gran Hotel 28 de Julio el cuál estaba de moda por esos años 1950. Recuerdos imborrables vividos al lado de mi hermano Juan con quién hemos tenido vivencias emocionantes e inolvidables.
    Disculpa si me extendí demasiado en mis comentarios. ( Me deje llevar).
    Agradecido por haber dado a conocer a mi Tío «Ñiñiriquico» como le decía yo. Por todo lo que aporto a
    nuestra música y folklore peruano.

  • Rosa Marquetti Torres

    Muchísimas gracias, Félix, por compartir estos recuerdos y anécdotas, tan apreciadas, que nos ayudan a enriquecer el conocimiento sobre El Niño Regueira.

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